Por: Fernando Illanes discurso pronunciado el domingo 08 de Enero del 2012 ©
El Presidente Brigham Young dijo:
“No hay cosa tal como principio,
energía, sabiduría, conocimiento, vida, posición, o cualquier cosa que pueda
ser imaginada, pueda permanecer inmóvil, debe aumentar o disminuir, ascender o
decaer” (Young, JD 1:350)
En una eternidad pasada nosotros
éramos un ente viviente llamado inteligencia haciendo presencia en algún lugar
del infinito universo y como lo dijo el presidente Brigham Young, no podíamos
existir de una manera inmóvil y por lo tanto de inteligencias progresamos a ser
hijos de Padres Celestiales pasamos a tener la forma y dimensiones físicas que
hoy tenemos pero en un estado espiritual sin cuerpo de carne y huesos como ya
lo eran nuestros Padres Celestiales.
Leamos lo siguiente:
1 Y además, hermanos míos, quisiera dirigir vuestros
pensamientos hacia la época en que el Señor Dios dio estos mandamientos a sus
hijos; y quisiera que os acordaseis de que el Señor Dios ordenó sacerdotes,
según su santo orden, que era según el orden de su Hijo, para enseñar estas
cosas al pueblo.
2 Y esos
sacerdotes fueron ordenados según el orden de su Hijo, de una manera que
haría saber al pueblo el modo de esperar anhelosamente a su Hijo para recibir
la redención.
3 Y ésta
es la manera conforme a la cual fueron ordenados, habiendo sido llamados y preparados desde
la fundación del mundo de acuerdo con la presciencia de
Dios, por causa de su fe excepcional y buenas obras, habiéndoseles concedido
primeramente escoger el bien o el mal; por lo que, habiendo escogido
el bien y ejercido una fe sumamente grande, son llamados con un
santo llamamiento, sí, con ese santo llamamiento que, con una redención
preparatoria y de conformidad con ella, se dispuso para tales seres.
4 Y así,
por motivo de su fe, han sido llamados a este santo llamamiento,
mientras que otros rechazaban el Espíritu de Dios a causa de la dureza de sus
corazones y la ceguedad de su mente, cuando de no haber sido por esto, hubieran
podido tener tan grande privilegio como sus hermanos.
5 O en
una palabra, al principio se hallaban en la misma posición que sus
hermanos; así se preparó este santo llamamiento desde la fundación del mundo
para aquellos que no endurecieran sus corazones, haciéndose en la expiación y
por medio de la expiación del Hijo Unigénito, que fue preparado;
6 y así
son llamados mediante este santo llamamiento y ordenados al sumo sacerdocio del
santo orden de Dios, para enseñar sus mandamientos a los hijos de los hombres,
para que también entren en su reposo;
7 este
sumo sacerdocio era según el orden de su Hijo, el cual orden existía desde la
fundación del mundo, o en otras palabras, es sin principio de días ni fin
de años, preparado de eternidad en eternidad, según su presciencia de
todas las cosas; (Alma 13:1-7)
Lo leído anteriormente nos testifica
que nuestro progreso de inteligencias a hijos espirituales de Dios no se
detuvo, muchos progresaron teniendo buenas obras a causa de una excepcional fe
y un buen uso del albedrío, mientras que otros detuvieron su progreso a causa
de su maldad y rechazo a las bendiciones prometidas del Padre Celestial.
Y entonces el progreso continuó
en cadena: Recuerden que cuando digo inteligencias es el nombre al ente existente que eramos antes de ser hijos espirituales de Dios, entonces primero eramos inteligencias, posteriormente llegamos a ser hijos
espirituales de Dios para luego progresar a ser hijos espirituales de Dios con
un cuerpo de carne y huesos. Así que para comenzar mi objetivo por el tema que
hablaré quiero recordarles que ustedes y yo desde eternidades pasadas no hemos
decaído en la escala progresiva de nuestra existencia eterna, sino más bien
continuamos un exitoso progreso sin decadencia.
Algunas inteligencias tuvieron un
progreso moderado a causa de su mezquino esfuerzo por progresar, y aunque
progresaron en una manera sencilla
tienen aun ventaja sobre Lucifer y sus seguidores de la vida premortal, ellas
fueron derivadas a otras esferas de progreso, que en un lenguaje familiar
podríamos decir Reino Animal, Reino Vegetal, Reino Mónera (Micro organismos),
Reino Protistas (Seres unicelulares), Reino Mineral. Así que aunque parezca un
poco gracioso cuando veamos un árbol, nuestra mascota o lo que sea que ocupa un
espacio en esta tierra, es una inteligencia con la que coexistíamos pero nuestro progreso fue superior al de ella y terminamos siendo nosotros la misma imagen de la inteligencia superior a todas, Dios.
La vida nunca es estática. Uno
debe progresar o retroceder. Uno no puede estar siempre detenido. La actividad
es la sangre en la ley del crecimiento y en la ley de la decadencia y ante
ambas leyes somos juzgados en esta vida, pero mejor enfoquemos el crecimiento,
o sea el progreso, es la ley por la cual nos queremos definir ya que nadie quiere
desgracias para uno mismo y es entonces que de ahí deriva la aseveración de que
"estamos aquí para progresar"
Ahora el siguiente progreso para
nosotros es lograr la Vida Eterna, o sea que el siguiente eslabón en nuestra
cadena de progresión que es desde que éramos inteligencia hasta ahora como
hijos de Dios con un cuerpo de carne y huesos, es llegar a tener un cuerpo
exaltado y tener el mismo status de vida que tiene nuestros Padres Celestiales.
¿y cómo lograr eso?
Considero que podemos organizar
pilares primordiales para lograr dicho progreso:
1.- Conocer y entender lo mejor posible el Plan
de Salvación (Creación, Caída y Expiación) Al
hacer esto entenderemos mejor nuestra inevitable e inolvidable dependencia de
Dios, ya que sabremos porque fuimos creados, porque tenemos el estado caído y
débil que nos impide ser perfectos pero que por el sacrificio de Jesucristo
podemos vencer y quedar libre de toda corrupción.
2.- Trazarnos metas vitales para nuestra
eternidad.- Para entrar al campo de
las metas es vital recordar lo que el Rey Benjamín aconsejó:
27 Y mirad que se hagan todas
estas cosas con prudencia y orden; porque no se exige que un hombre corra más aprisa de
lo que sus fuerzas le permiten. Y además, conviene que sea diligente, para que
así gane el galardón; por tanto, todas las cosas deben hacerse en orden.
(Mosiah 4:27)
En el Plan de Salvación estaba
estipulado que tendríamos limitaciones, imperfecciones, debilidades, errores,
etc. y por eso Dios no nos exige que le cumplamos más de lo que nuestra
capacidad pueda dar, por lo tanto al trazarnos metas debe haber orden y eso
significa que nuestros deseos deben ir ligados a nuestras capacidades.
Transformar una meta en realidad
requiere determinación, mucho trabajo y disciplina, por lo tanto si en el
accionar de nuestras metas erramos por nuestras debilidades no debe rendirnos a
una frustración lapidaria porque El Señor indicó:
27 y si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad. Doy
a los hombres debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos
los hombres que se humillan ante mí; porque si se humillan ante mí, y
tienen fe en mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para
ellos.
28 He aquí, mostraré a los gentiles su debilidad, y les
mostraré que la fe, la esperanza y la caridad conducen a mí, la fuente de
toda rectitud. (Éter 12:27-28)
Nuestras metas deben ser
consideradas sueños con fechas límites.
Nuestras metas deben ser copiadas
de nuestro corazón a un papel o diario personal y registrarla con todos los
detalles para su realización para que nos recuerde el objetivo.
Debemos definir metas que
supongan un reto, que nos obliguen a salir de nuestra zona de confort. Los
objetivos difíciles, al contrario de lo que pueda parecer, generan más
concentración y tienen más posibilidades de lograrse. Eso sí, estos retos deben
ser realistas y estar al alcance de nuestras capacidades. Deben ser difíciles
pero alcanzables y no imposibles.
Debemos trazarnos metas muy concretas.
Cuanto más específicas sean, más fácil será para nuestro espíritu desarrollar
una estrategia para alcanzarlas. Deben tener una fecha límite y se deben poder
medir de alguna manera. sino ¿Cómo sabremos que lo hemos conseguido?
Compartamos nuestras metas con
otras personas. Es difícil conseguir algo uno sólo. Establezcamos (si no las tenemos
ya) relaciones con personas que puedan apoyarnos y ayudar. A veces aparecen
oportunidades simplemente por el hecho de decir lo que queremos.
Fijemos metas para vivir lo que
aprendemos en nuestro estudio de la iglesia como también el personal.
Al establecer metas preguntémonos:
“¿Qué cambios debo hacer en mi vida como resultado de lo que he aprendido?”.
Hagamos todo lo que esté dentro
de nuestras posibilidades para lograr nuestras metas, mientras que al mismo
tiempo respetemos el albedrío de los demás.
Establezcamos metas semanales y
diarias.
Midamos nuestro progreso cada
día, cada semana y cada seis semanas. Si no logramos las metas, evaluemos
nuestros esfuerzos y busquemos las maneras de lograr la meta.
Y lo ultimo y lo más importante para
establecer metas, rindamos informe diario cada noche con un lenguaje bien
detallado y humilde a nuestro Padre Celestial y no cometan el error de creer
que es innecesario hacerlo ya que Él lo sabe todo, ya que esto dará una mayor
intimidad y compañerismo de Dios con ustedes para lograr la Vida Eterna.
3.- (Con un sentido reverente, familiar y puro)
Enamórense más de la Trinidad.- Sean atentos, cúmplanles,
contémplenlos, respétenlos, conózcanlos estudiando a cada Uno por separado y ámenlos
a cada Uno de ellos. Reconozcan y testifiquen de la labor de cada Uno de ellos
para que sus metas sean exitosas. No se conformen por conocerlos históricamente
sino que también conózcanlos pero muy íntimamente como si ustedes fueran sus biógrafos autorizados por ellos para hacer la biografía de cada uno de Ellos. Recordemos siempre que
nosotros somos la razón de la meta que tienen ellos y que de hecho está escrita
en Moisés 1:39 (Porque, he aquí, ésta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la
inmortalidad y la vida eterna del
hombre.).
Que siempre estemos motivados a
establecer metas vitales para nuestra eternidad. Todos absolutamente todos
tenemos el suficiente potencial para seguir progresando, es cierto que pecamos
y erramos y a veces con facilidad sucumbimos ante la tentación pero la Vida
Eterna aún así sigue siendo condicionalmente viable para todos nosotros.
Les testifico amados hermanos
míos, que si nos trazamos metas tomando en cuenta estos 3 consejos
inseparables: 1.- Conocer y entender lo mejor posible el Plan de Salvación
(Creación, Caída y Expiación). 2.- Trazarnos metas vitales para nuestra
eternidad. 3.- Enamorarse más de la Trinidad. lograremos la Vida Eterna y así
habremos una vez más progresado como ya lo venimos haciendo desde eternidades
pasadas.
En el nombre de Jesucristo Amen.
Por: Fernando Illanes discurso pronunciado el domingo 08 de Enero del 2012 ©
Por: Fernando Illanes discurso pronunciado el domingo 08 de Enero del 2012 ©