miércoles, 30 de octubre de 2013

EXPIACIÓN; UNA DOCTRINA MÁS CLARA GRACIAS A LA RESTAURACIÓN Por Fernando Illanes ©




Esta época que vivimos en Sudamérica es casi tan parecida políticamente a los años 70, cuando el Socialismo y Comunismo era un tema latente y comúnmente escuchado y visto en los noticieros. Antes que comenzara el siglo 19 Karl Marx quizá el mayor personaje influyente del Comunismo y Socialismo dijo; “La religión es una forma de alienación porque es una invención humana que consuela al hombre de los sufrimientos en este mundo, disminuye la capacidad revolucionaria para transformar la auténtica causa del sufrimiento que hay que situar en la explotación económica de una clase social por otra, y legitima dicha opresión. La religión suele tomar partido, pero no por las clases desfavorecidas sino por la clase dominante, perpetuando a ésta en el poder. La religión es el suspiro de la criatura agobiada, el estado de ánimo de un mundo sin corazón, porque es el espíritu de los estados de cosas carentes de espíritu. La religión es el opio del pueblo. La esperanza de un reino en las nubes y superior a cualquier reino en la Tierra, persuade a la clase agobiada a no exigir igualdad a los que mezquinan las riquezas de esta Tierra de la que todos somos ciudadanos. No es Dios quien crea al hombre sino el hombre a Dios." (Karl Marx, Crítica de la filosofía del derecho de Hegel)


Hoy nuevamente con más énfasis se habla del “Imperialismo” y el “Capitalismo” como su fruto y quienes enérgicamente debaten esto siempre restan importancia al valor de las almas tal como el Señor lo desea (D & C 18:10)

Quienes apoyan y viven el Comunismo o Socialismo, es incoherente decir que no están de acuerdo con Karl Marx por lo tanto me gustaría imaginar una posible charla que tendrían dos misioneros Élderes con un comunista o socialista y la cual podría ilustrarnos como es;

“Jesús nos rescató. Él pagó nuestra deuda ", testificó un Elder, como lo había hecho muchas veces en muchas clases con muchos investigadores.

De repente, este particular investigador, lo sorprendió impulsivamente, "¡Eso es el mayor montón de tonterías capitalista que he escuchado!"

El misionero y su compañero se sentaron con un silencio atónito. Nunca se habían encontrado con una respuesta semejante. Continuó el investigador, "Toda esta charla de la deuda y el rescate suena totalmente norteamericano para mí. Todo tiene un precio. Todo tiene que costar dinero. Incluso la salvación tiene que ser pagada, y ha sido pagada por un intermediario que ofrece una sociedad a cambio de otro costo. Toda la historia de Jesús, el sufrimiento, no es más que un complot capitalista”.

Los Elderes trataron de hablar, pero antes de que pudieran decir una palabra, el hombre siguió adelante, diciendo: "Si Dios existe, Él debe ser muy malo y despiadado para exigir la muerte de alguien como el precio de la salvación, sobretodo alguien que no era incluso culpable. Y si Jesús es el Hijo de Dios, Dios tiene que ser un padre bastante cruel para dejar que lo haga”.

No sabían que decir, los misioneros dejaron la enseñanza con una sensación de desaliento y confusión. En los siguientes días ellos discutieron los puntos de vista del hombre. ¿Será verdad que la historia de la humanidad está en deuda con Dios o simplemente estaba inventado y perpetuado por las iglesias cristianas, para que las personas se sujeten a sus normas y éstas ganaran? Ya que no habría mejor manera de asegurar donaciones financieras sustanciales como estar constantemente diciéndole a la gente lo deudores que eran.




¿Y por qué Dios requiere el sacrificio de Jesús? ¿Cómo se paga esta deuda? Jesús oró humildemente: "No se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42), pero ¿por qué era su sufrimiento infinito y su horrible muerte la voluntad de Dios?

Dios es el que colocó a Adán y Eva en el Jardín del Edén, y luego permitió que Satanás los engañara, así que ¿eso no hace que Dios sea en parte responsable de la caída? ¿Por qué tuvo la culpa de Adán y Eva? Y si alguien tenía que sufrir para restaurar a la pureza, ¿por qué envió a Jesús? ¿Por qué Dios no lo hizo Él mismo?

Podemos sentirnos felices una vez más por ser ‘mormones’. Preguntas como éstas han desconcertado a muchos religiosos y sus líderes desde hace años, pero a nosotros no nos desconciertan.




La restauración del Evangelio no es un recuento de las mismas viejas historias. Fue una restauración de toda la verdad que rodea las historias con propósito y perspectiva. Fue la restauración de verdades imprescindibles para entender y conocer a Dios.

La historia de la creación no era nueva. Sin embargo, la restauración añade el conocimiento de la existencia preterrenal. Ahora la gente puede entender por qué Dios necesitaba crear un mundo para sus hijos del primer estado.




La historia de la caída no era nueva, pero la Restauración añadió el conocimiento de una probación terrenal. Ahora la gente puede entender qué la decisión y elección Adán y Eva fue sabia y prudente en vez de egoísta y pecaminosa, y por qué las consecuencias, aunque difíciles, son necesarias para el progreso del hombre. Ahora la gente puede entender que Dios no estaba culpándolos o castigándolos, más bien en última instancia, ayudándolos. También la gente entendería que no hay nada ante Dios que lo sorprenda y lo obligue a buscar un “plan B” y esto debido a que con la Restauración se sabe que La Caída fue preordinada y premeditada.




La historia de la Expiación no era nueva, pero la Restauración añade el conocimiento de las leyes eternas y el mundo espiritual. Ahora la gente podía entender la razón de las normas y de cómo las oportunidades para tomar decisiones correctas se ofrecen muchas veces antes de que se dicte una sentencia firme. Los Santos de los Últimos Días somos los únicos en nuestra comprensión de que hay ciertas cosas que ni siquiera Dios puede traspasar. No nos puede aniquilar. Él no puede quitar nuestro albedrío, y él no está exento de cumplir leyes, como la justicia y la misericordia que magníficamente se concilian sólo gracias a la inigualable genialidad de Dios"




Alma enseñó: "La obra de la justicia no podía ser destruida; de ser así, Dios dejaría de ser Dios." (Alma 42:13). Dios es Dios, no sólo porque Él es el dador de la ley (D & C 88:42), sino porque Él mismo la cumple.

Así que Dios no es el enemigo, Él está obligado por la ley de la justicia a que se cumplan castigos por leyes rotas. Así que la ley de la justicia es el enemigo de nuestro hombre sensual carnal y diabólico.




Pero si la justicia es el fiscal de nuestro juicio, entonces Dios o es un ser débil o es un Dios que no nos ama lo suficiente como para no exigir en su condición de Supremo que simplemente se ignore nuestros pecados. ¿Puede la Justicia controlar a Dios? ¿Cómo puede ser el Todopoderoso, si no puede cambiar la ley o enfrentarse a ella, o al menos hacer algunas excepciones? Incluso en las leyes terrenales autoridades supremas como los presidentes de un país, pueden extender indultos abalados por la Ley.




Sabemos que Dios es Todopoderoso (véase Alma 7:8; 26:35), así que supongo que de alguna manera podría eliminar la ley, pero sin evitar el caos, y eso sería inaceptable y repulsivo para Él. Además de ser todopoderoso, Dios es omnisciente (Mormón 8:17; D & C 88:41). Se da cuenta de que conforme a la ley es la única manera que se puede mantener realmente la libertad, que es absolutamente esencial para nuestro progreso y felicidad.


Una de las mayores contribuciones del Libro de Mormón es la forma en que se aclara que la justicia no es un derivado de Dios. Más bien, es una inevitable esencia en la realización de un Dios. Cuando explicamos la Expiación como necesaria sólo como un medio para satisfacer las demandas de un principio inflexible llamado justicia, simplemente acentuamos uno de los atributos de Dios sobre todos los demás y pasamos por alto el motivo de Dios. Del mismo modo, si la misericordia o la compasión de Dios se le permitieran anular por completo todos los demás atributos, sería una maldición más que una bendición, ya que limitaría la libertad de elegir por nosotros mismos (Alma 41, 42). Sólo el Libro de Mormón presenta tanto la justicia y la misericordia en la perspectiva más amplia del albedrío moral. La libertad no puede existir a menos que tengamos la capacidad de actuar de forma independiente. Esta acción requiere el conocimiento y la presencia de alternativas reales completas con consecuencias reales (2 Nefi 2). La razón de ser de tal orden moral no es un ser omnipotente, impersonal, y cruelmente inflexible absoluto llamado justicia, sino más bien la protección de un marco necesario para la acción humana. No hay escape de las consecuencias de la ley destruyendo todo el orden moral del universo.


Si Dios hubiera decidido renunciar a los requisitos de la ley y nos dejara entrar en secreto por alguna puerta trasera del cielo, entonces el sufrimiento y la muerte de Jesús eran innecesarios. Tal no es el caso. Escrituras dicen que ninguna cosa impura puede morar con Dios (1 Nefi 10:21), así como un prófugo de la ley por escaparse de la cárcel, no puede volver a su casa con su familia. En Alma 61:15 leemos que " el Espíritu de Dios… es el espíritu de libertad." Dios y Cristo ambos sabían que era la única manera de salvaguardar la ley y hacer permanente la libertad posible. Dios está obligado cuando hacemos lo que Él dice (véase D. y C. 82:10), pero cuando no lo hacemos, Dios está también sujeto a no bendecir. Personalmente no creo en la frase “Dios nos bendice aunque no lo merezcamos”. De ser así Dios sería más misericordioso que justo y Dios no estaría cumpliendo con la Justicia y sabemos que eso significa que “Dios dejaría de ser Dios”. Lo que creo personalmente que es más justo decir es “Dios es tan generoso que cuando no merezco una bendición, me da más opciones de ganar otras bendiciones que compensan el mismo vacío que yo generé al no merecer una bendición”.




Jesús pagó la deuda no era una exigencia abstracta o simbólica hecha por Dios (o por una iglesia capitalista). Era una deuda muy real a la ley de la justicia. La Ley exige un castigo como pago por el pecado que se ha cometido (Romanos 6:23). El sacrificio de Jesús no fue hecho para apaciguar a un Dios vengativo. Si Dios el Padre pudiera morir por nosotros, lo habría hecho de seguro. Pero él ya tenía un cuerpo inmortal y no podía morir. Ni tampoco podía separarse de su cuerpo inmortal para nacer en un cuerpo mortal porque después de la Resurrección que tuvo en una eternidad pasada, ya que la ley universal que sujeta a la Resurrección dice que el espíritu y cuerpo no se separará nunca más. Tenía que ser realizada por alguien semejante a Él que todavía no tuviera un cuerpo de carne y huesos, y ese era Jehová que en la Tierra se llamó Jesús, sí, el mismo Jesús de Nazaret. La ley de la justicia, que no se preocupa por nosotros personalmente, no estaba preocupada por los que sufrirían, sino por las escalas de la ley que dan equilibrio y que hayan sido rotas, y que sus consecuencias deberían ser administradas para restaurar el orden. Jesús, estaba dispuesto a pagar esa pena con su sangre y vida y con ello comprar nuestra libertad. Ahora nos encontramos “en la libertad con que Cristo nos hizo libres" (Gálatas 5:1), no porque un ser humano sufrió para apaciguar a un Dios airado, sino porque un Dios amoroso sufrió para aplacar la justicia y garantizar la libertad. Ahora ese mismo Jesús salvaguarda nuestra libertad y por extraño que parezca, la clave de la libertad es la obediencia.




Quizás nos veamos tentado de hacer de Dios el enemigo. Leemos las Escrituras tales como Isaías 53:10, " Jehová (refiriéndose al Padre por el manto de autoridad que comparten) quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento," y creemos que Dios se deleitaba en el sufrimiento de Jesús. Leemos D & C 29:5, " soy vuestro intercesor ante el Padre", o D & C 38:4, "he abogado por ellos ante el Padre.", y nos da a suponer que Dios es el que está interesado en nuestra condena. Si ese es el caso, nos encontraremos murmurando como lo hicieron Lamán y Lemuel "porque no conocían la manera de proceder de aquel Dios que los había creado" (1 Nefi 2:12).




Leemos: "quisiera que recordaseis estas cosas, y que labraseis vuestra salvación con temor ante Dios" (Alma 34:37) sin recordar que EL TEMOR significa reverencia y respeto. Leemos acerca del "furor" y la "ira" de Dios (Deuteronomio 6:15, Efesios 5:6; Mosíah 3:26) sin recordar que ambas cosas son evitables por la misericordia gracias al pago de la justicia. Los mandamientos de nuestro Padre Celestial, las demandas, las normas, y el rigor con el que pide el cumplimiento, son vistos por muchos como evidencia de que Él es un Dios drástico, exigente e insensible, en última instancia, en realidad son la evidencia de su amor y cuidado por nosotros. Si nuestros niños al salir de su escuela están cerca de una avenida y no hay señales de advertencia, “rompemuelles”, semáforos y leyes de tránsito con multas y sanciones, nuestros niños e incluso nosotros los adultos seríamos atropellados sin intención por un descuidado conductor. La ciudadanía protestaría contra las autoridades municipales de ser pasivos y dormidos ante el peligro ciudadano en las calles. Lo mismo es con los mandamientos de Dios, son las señales de advertencia, “rompemuelles”, semáforos y leyes con multas y sanciones para cuidarnos de no ser atropellados por un malintencionado y alevoso Satanás.




Los que tienen ojos para ver, el amor de Dios se encuentra no sólo en el arca, sino también en la inundación. Se encuentra no sólo en elevar la ciudad de Enoc, sino también en la destrucción de Sodoma y Gomorra. Debemos ver que a través de estos actos de justicia, Dios estaba siendo misericordioso con los espíritus aún no nacidos que esperaban en la existencia preterrenal y mandarlos a un pueblo sin diluvio o sin lluvia de fuego sería condenarlos sin tener la culpa, a nacer en ambientes donde verían a sus padres cometer pecados, sólo que ellos no sabrían que eso son pecados sino que sólo son hábitos comunes con los demás y por ende algo normal y común. Pero la misericordia de Dios siempre se reflejó en la amonestación e invitación al arrepentimiento por parte de un profeta que Él enviaba para advertirles que Él los ama mucho pero que no puede ser un dictador en el universo y exigir por su poder que la Justicia no los reclame.




Dios no está interesado en lo que le hará agradable o más popular en este momento. Él se ocupa sólo de lo que es mejor. Cuando los hombres optan por ver a Dios como un Dios duro e insensible, es sólo porque aún no ven su perspectiva eterna y Su propósito eterno. El Libro de Mormón enseña que Dios y Jesús no hacen " nada a menos que sea para el beneficio del mundo; porque [ellos aman] al mundo " (2 Nefi 26:24). Alma cita a Zenoc quien dijo: "¡oh Señor!, con los de este pueblo, porque no quieren comprender tus misericordias que les has concedido a causa de tu Hijo."(Alma 33:16)




Cuanto más contemplamos la presciencia y omnisciencia de Dios y nuestras propias limitaciones, Satanás no dudará un solo segundo en hacernos sentir de alguna manera que Dios se está riendo de nosotros ya que Él sabe el fin desde el principio y por lo tanto Él sabe si me salvaré o no. Satanás nos hará imaginar a Él diciéndonos: "Estás tratando muy duro en este momento, pero nunca vas a ser capaz de mantener el ritmo." Y nos sentiremos como un pavo tratando de mejorar su vida, mientras que un avicultor lo ve y está contando los días para Navidad.




Dios no puede evitar amarnos. Es su naturaleza al amor perfecto e infinito. Él no puede dejar de amarme, no porque seamos precisamente obedientes o irresistibles, sino porque Él es perfectamente bueno. El amor es tan central en su carácter que las Escrituras realmente dicen: "Dios es amor "(1 Juan 4:08, 16). No importa qué tan deficiente y sin posibilidad de recuperación seamos, Dios no deja de amarnos. No importa cuántas pelotas dejemos caer cuando hacemos malabares en nuestra vida, la cantidad de falta de control de nosotros mismos, cuántos remordimientos llevo del pasado, aún así Dios no puede resistir amarnos. No importa lo que mi futuro podría llegar a ser, Él no puede resistir amarnos. Dios y Jesús no pueden resistir a creer en nosotros a pesar de que ya sepan por anticipado quién se salvará y quién no, así como un padre a su hijo que no sabe que está desahuciado por cáncer le promete regalos, viajes y gustos, le alienta a pensar en éxitos de una vida de adulto a pesar que sabe que éste no pasará un par de semanas. Dios no puede resistir a estar tan cerca de nosotros, porque Él es un padre perfecto. Si no conseguimos nuestra salvación, no será porque no tuvimos la motivación y ayuda necesaria. Y sabiendo que Él no nos quiere dejar a pesar de todo, me da la energía que necesito para tener éxito. Dios y Cristo no pueden hacer otra cosa que cuidar de nosotros, bendecirnos, y ayudarnos pero si vamos a ellos. No pueden dejar de bendecirnos. Tienen que hacerlo. Es su naturaleza.




Ahora me gustaría hablar de una manera más personal y así sentirnos más identificados. Dios me ama así como ama a Sus profetas vivientes. Yo soy una de las razones por las que hay profetas vivientes. Dios me ama así como ama ayer y hoy a José Smith. Yo soy una de las razones de la Restauración. Dios me ama así como ama a Jesús. Yo soy una de las razones de la Expiación. Dios me ama porque soy su viva imagen y Él se ve en mí. Hay muchas razones más por las que me ama, pero puedo resumirlo en una sola; Dios me ama porque soy literalmente Su hijo.

Dios ama a las personas de todas las épocas así como Él amaba a la gente a la que Cristo fue enviado en el meridiano de los tiempos. Alma preguntó: " ¿no es un alma tan preciosa para Dios ahora, como lo será en el tiempo de su venida?" (Alma 39:17). Pablo nos aseguró que nada nos puede separar del amor de Dios (Romanos 8:35-39). Jesús mismo dijo: " ¿Acaso se olvidará la mujer de su niño de pecho y dejará de compadecerse del hijo de su vientre? Pues, aunque se olviden ellas, yo no me olvidaré de ti." (Isaías 49:15).




Dios no es vengativo ni drástico. Obedece las leyes para conservar mi libertad. Más allá de esto, también se ve obligado a amarme como yo aprendo a usar esa libertad. En Doctrina y Convenios leemos que si un padre no le enseña a un hijo, el pecado caerá sobre la cabeza de los padres (D. y C. 68:25).

Sé que las cosas saldrán bien en su tiempo. Dios no se olvidará de mí, ni tampoco puede. Su corazón no lo dejará tranquilo si quedamos varados en medio de una tormenta como consecuencia de nuestros propios pecados.

“Así pues, recordad, recordad, mis hermanos, que el que perece, perece por causa de sí mismo; y quien comete iniquidad, lo hace contra sí mismo; pues he aquí, sois libres; se os permite obrar por vosotros mismos; pues he aquí, Dios os ha dado el conocimiento y os ha hecho libres." (Helamán 14:30).




La justicia de Dios no es el enemigo. Satanás es el enemigo (Moroni 7:12). Lucifer se centra en nuestra destrucción total y absoluta. Si hubiera tenido éxito en el mundo premortal en privarnos de la libertad de decidir, habría sido bloqueado nuestro progreso. Si hubiera tenido éxito en detener la expiación de Cristo, nunca podríamos obtener un cuerpo resucitado, y nuestros espíritus se sometería a él (Diablo). Dios y Cristo han sido victoriosos y Satanás y sus seguidores se han visto frustrados en cada punto de inflexión fundamental excepto uno el punto de inflexión en nuestras vidas individuales. Satanás no puede deshacer la Creación, la Caída, la Expiación o la Restauración. Él no puede tirar de ellos hacia abajo, por lo que en lugar de eso nos trata de tirar hacia abajo.




Por Fernando Illanes ©

CONFIAR Y CREERLE A CRISTO por Fernando Illanes ©

Cristo nos manda a perdonar a otros hasta 70 veces 7 (Mateo 18:22). ¿Por qué es tan difícil para nosotros creer que Él ya no nos perdonará más de una vez? Él entiende que nuestra condición de "carnales, sensuales y diabólicos" a consecuencia de la Caída (Alma 42:10) no nos permite perdonar con facilidad y con tanta concurrencia pero nos dice que hasta setenta veces siete debemos perdonar, pero si lo ha dicho el Señor es porque realmente podemos llegar a perdonar así. Pero, la capacidad para perdonar de Él, es la de un Dios que no está sujeto a la Caída, por lo tanto 70 veces 7 no es ni siquiera un decimal de la cantidad de veces que Él está dispuesto a perdonarnos, pero obviamente Él espera que creamos eso y le pidamos perdón con un arrepentimiento sincero.

(Fernando Illanes, Mera Teología; Cap. 37 La Salvación)



ALGO QUE NO QUEREMOS RECONOCER COMO MANDAMIENTO Y CONVENIO DEL TEMPLO Por Fernando Illanes

 

Admito que al ver la necesidad de escribir este ensayo, mi hombre natural inmediatamente me gritó; “¡¡Noooo!! ¿¿Qué quieres escribir sobre qué?? ¿¿Las muchas letras te han enloquecido o qué?? Más bien que me tienes. Ahora cambia de idea y escribe no sé, de algo acerca de los 10 Mandamientos, pero que ni se te vuelva a ocurrir escribir sobre ese tema” Les aseguro que no exagero, pero este tema ya lo había aplazado bastante tiempo y creo que ya debo publicarlo.
He encontrado que una de las cosas más difíciles de hacer es establecer una vida equilibrada de ser fiel sin ser desagradable, tener la razón sin arrogancia, ser tolerante sin ser cobarde. He encontrado que es especialmente difícil ser feliz y alegre, ser sociable y tener un sentido del humor sano, sin perder el control de mis emociones y ser frívolo. Obviamente, el Señor se ofende cuando se habla con ligereza de las cosas sagradas, profanando así lo sagrado con un espíritu de broma, o ser vulgar o crudo en nuestra forma de hablar o de humor, pero también el prolongado desperdicio de tiempo en charlas sin un benéfico propósito, chistes o conversaciones livianas es peligroso para nuestras consecuencias eternas.
Algo muy dentro de nosotros, nos susurra que esto no está nada bien, que hay algo inapropiado sobre la risa ruidosa y frivolidad. Y eso es exactamente lo que el Señor dijo a los Santos de los Últimos Días. Después de haber dado instrucciones a los primeros santos en cuanto a honrar el día de reposo, aconsejó: "Y si hacéis estas cosas con acción de gracias, con corazones y semblantes alegres, no con mucha risa, porque esto es pecado, sino con corazones felices y semblantes alegres, de cierto os digo, que si hacéis esto, la abundancia de la tierra será vuestra"(D. y C. 59:15-16, énfasis añadido).
En la revelación dada al profeta José como la "hoja de olivo", el Maestro mismo nos enseña a "desechad vuestros pensamientos ociosos y risa excesiva de entre vosotros." Y también nos dijo: "Por consiguiente, cesad de todas vuestras conversaciones livianas, de toda risa, de todos vuestros deseos de concupiscencia, de todo vuestro orgullo y frivolidad y de todos vuestros hechos malos" (D. y C. 88:69, 121). Creo que la advertencia en contra de "conversaciones livianas" y "frivolidad" es una declaración de preocupación divina sobre la vanidad o tratar a la ligera las cosas de Dios, ya que la vanidad trae condenación (D. y C. 84:54-55).
En la sesión de clausura de la primera conferencia general de la presidencia de la Iglesia, el presidente Harold B. Lee con amor pero con firmeza, aconsejó a la Iglesia en relación con el exceso de risa en una reunión general de la conferencia: " Algunas veces me pregunto si olvidamos que todo lo que decimos en este sagrado edificio sale al aire. Eso no significa que debamos estar sombríos, que no debemos mostrar nuestro gozo; pero debemos controlar nuestras expresiones de gozo, no de una manera tal que pueda aumentar hasta alcanzar un crescendo que podría ser mal entendido por aquellos que están escuchando en el exterior. Pienso que estaría bien que recordásemos, tomando en cuenta la responsabilidad que debemos al más alto Dios." (Una bendición para los Santos, Conferencia General de Octubre de 1972).

Los que me conocen bien saben que tengo una especie de sentido del humor como una terapia restauradora diaria, trato de ver todo a mí alrededor como oportunidades de sonreír. Durante las últimas semanas y después de tantos sabios consejos de mi novia Natalia he tratado de bajar el tono de risa y regir mis bromas estrictamente bajo límites preventivos a la frivolidad porque tengo tan tremenda admiración por ella y por lo tanto su consejo obviamente es para mi bien. He quedado fascinado por palabras que hay en las Escrituras que se usan para recordar el mandamiento y convenio del Templo, pero que yo antes no le había dado el valor que hoy recién le veo. Las palabras son sobrio, cordura, seriedad, juicioso y solemnidad. Observe las siguientes escrituras:

"Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento .... Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, SINO QUE PIENSE DE SÍ CON CORDURA, CONFORME A LA MEDIDA DE LA FE QUE DIOS REPARTIÓ A CADA UNO" (Romanos 12:2-3, Mayúsculas añadidas para dar énfasis).

"Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón; porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas. Por tanto, NO DURMAMOS COMO LOS DEMÁS, SINO VELEMOS Y SEAMOS SOBRIOS." (1 Tesalonicenses 5:4-6, Mayúsculas añadidas para dar énfasis).

“Por tanto, teniendo CEÑIDOS LOS LOMOS DE VUESTRO ENTENDIMIENTO, SIENDO SOBRIOS, tened plena esperanza en la gracia que os será presentada cuando Jesucristo os sea manifestado." (1 Pedro 1:13, Mayúsculas añadidas para dar énfasis).

“Pues bien, mis amados hermanos, yo, Jacob, según la responsabilidad bajo la cual me hallo ante Dios, de MAGNIFICAR MI OFICIO CON SERIEDAD, y para limpiar mis vestidos de vuestros pecados" (Jacob 2:2, Mayúsculas añadidas para dar énfasis).

“Mas les enseñaréis (a los niños) a andar por las vías de la verdad y LA SERIEDAD; les enseñaréis a amarse mutuamente y a servirse el uno al otro" (Mosíah 4:15, Mayúsculas añadidas para dar énfasis).

“Y ahora bien, hijo mío (Helamán) asegúrate de cuidar estas cosas sagradas; sí, asegúrate de acudir a Dios para que vivas. Ve entre este pueblo y declara la palabra y SÉ JUICIOSO. Adiós, hijo mío." (Alma 37:47 Mayúsculas añadidas para dar énfasis).

"Y todos ellos eran jóvenes, y sumamente valientes en cuanto a intrepidez, y también en cuanto a vigor y actividad; mas he aquí, esto no era todo; eran hombres que en todo momento se mantenían fieles a cualquier cosa que les fuera confiada. Sí, eran hombres verídicos y SERIOS, pues se les había enseñado a guardar los mandamientos de Dios y a andar rectamente ante él." (Alma 53:20-21, Mayúscula añadida para dar énfasis).

"He aquí, no os condeno; id y no pequéis más; cumplid con SOLEMNIDAD la obra que os he mandado." (D. y C. 6:35, Mayúscula añadida para dar énfasis).

"Tomad sobre vosotros el nombre de Cristo, y declarad la verdad con SOLEMNIDAD." (D. y C. 18:21, Mayúscula añadida para dar énfasis).

"Atesorad estas cosas en vuestro corazón, y reposen en vuestra mente las solemnidades de la eternidad. SED SOBRIOS. Guardad todos mis mandamientos. Así sea." (D. y C. 43:34-35, Mayúsculas añadidas para dar énfasis).

En la época de José Smith, la palabra sobrio se refiere no sólo a la libertad de la intoxicación, sino también a la templanza (auto-control). Los Santos de los Últimos Días son, por naturaleza, un pueblo feliz, y, como ha observado, el profeta José Smith: "La felicidad es el objeto y propósito de nuestra existencia" (Enseñanzas del Profeta José Smith, pag. 255). El rey Benjamín enseñó que los que guardan los mandamientos de Dios son " bendecidos en todas las cosas, tanto temporales como espirituales; y si continúan fieles hasta el fin, son recibidos en el cielo, para que así moren con Dios en un estado de interminable felicidad." (Mosíah 2:41). La vida puede ser divertida, puede ser agradable, y algunas cosas simplemente cosquillean inevitablemente nuestro hueso de la risa. Pero también somos un pueblo que sabemos quiénes somos, por qué estamos aquí y hacia dónde vamos. Sabemos que algunas cosas son muy importantes, más que otras cosas.

Ser sobrio y no ser frívolo no debe tomarse a la ligera. El Señor nos dio como convenio del Templo, el evitar la frivolidad y risotadas. No quiere que seamos miserables en el ejercicio de su Obra, por el contrario, desea que sintamos el más profundo de los placeres y de la paz sublime que se derivan del servicio justo y obediente. No debemos olvidar, sin embargo, que la vida es, de hecho, una misión, no una carrera, para que cuando todos los reinos de este mundo hayan sido nivelado en el suelo y cuando todos los terribles males se hayan corregido, las ciudades de Sión permanecerán para siempre, pobladas por hombres y mujeres que son puros de corazón (D & C 97:21) y se hayan entregado a su Señor y Maestro (Helamán 3:35). Estamos sobre el asunto de la salvación de las almas (incluida la nuestra), y eso es un asunto serio. Estamos sobre el negocio de disfrutar el poder del sacerdocio en nuestro hogar, y eso es un asunto muy serio. Y, por último, como pueblo del convenio estamos muy involucrado en el intento de ser la sal de la tierra y luz del mundo (D & C 101:39-40) En resumen, disfrutar de la vida nunca debe nublar nuestra visión de la importancia de la Vida Eterna.

Al ser este un mandamiento difícil de recordar y cumplir, también es difícil identificar cuando lo estamos quebrantando. Sugiero hacernos las siguientes preguntas para analizarnos:

1. ¿Soy lo suficientemente responsable para reconocer cuando mi risa está más allá de los límites de la decencia?
2. ¿Entiendo cuál es la diferencia entre ser feliz y ser un “alegre bullicioso”?
3. ¿Sonrío sin llegar a impresionar a los demás por el volumen de mi risa y los gestos que acompañan a esta?
4. ¿Prolongo mi risa varios segundos más, después que todos ya dejaron de reír?

En fin reconozco muy bien que en este mandamiento y convenio del Templo debo mejorar mucho a lo igual que muchos de los que leerán este ensayo y creo que podemos mejorar al recordar las palabras sobrio, cordura, seriedad, juicioso y solemnidad antes de actuar.

¿SEÑOR POR QUÉ ME HAS DESAMPARADO? Por Fernando Illanes ©


“¿Hasta cuándo Señor debo aguantar esta prueba? ¿Cuándo escucharás mis clementes oraciones pidiendo que se acabe mi dolor?” En el pasado los hombres llegaron a exclamarle al Señor estas dos preguntas. Hoy en día hay millones de personas que le exclaman lo mismo al Señor y por seguro esto se repetirá con la humanidad en todas las épocas futuras.

“¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no me salvarás?” exclamó el profeta Habacuc (Habacuc 1:2)

“JUSTO eres tú, oh Jehová, cuando yo contiendo contigo; sin embargo, hablaré contigo sobre tus juicios. ¿Por qué es prosperado el camino de los malvados, y les va bien a todos los que se portan deslealmente?” Sorprendentemente Jeremías le exclama con respeto al Señor (Jeremías 1:1)

Los profetas de Dios como Alma y Amulek, experimentaron en carne propia una injusta persecución, sufrimiento y la inhumanidad de los impíos, que hizo que gritaran; “¿Cuánto tiempo, oh Señor, sufriremos estas grandes aflicciones?” (Alma 14:26)

Incluso el profeta José Smith cabeza de esta última dispensación, que había mirado a las extensiones de la eternidad, había recibido innumerables revelaciones, y se había comunicado con el Padre y el Hijo, en la agonía de su propio sufrimiento tenía más preguntas que respuestas. "Oh Dios, ¿en dónde estás? ¿y dónde está el pabellón que cubre tu morada oculta? ¿Hasta cuándo se detendrá tu mano, y tu ojo, sí, tu ojo puro, contemplará desde los cielos eternos los agravios de tu pueblo y de tus siervos, y penetrarán sus lamentos en tus oídos? Sí, oh Señor, ¿hasta cuándo sufrirán estas injurias y opresiones ilícitas, antes que tu corazón se ablande y tus entrañas se llenen de compasión por ellos?" (D & C 121: 1-3).
No sólo tenemos a los profetas, con sus propios puntos de vista espirituales únicos, luchando a través de las edades para conciliar la realidad de un profundo sufrimiento y la injusticia en el mundo con su profunda fe en un Dios todopoderoso y lleno de amor. Incluso el Maestro, ante las agonías incomprensibles de Getsemaní y Gólgota, exclamó: “¡Elí, Elí!, ¿lama sabactani? Esto es: ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:46) Dada su naturaleza divina, Él sabía todas las respuestas correctas, sin embargo, su naturaleza mortal cuestionó cuando fue confrontado con el dolor y el sufrimiento que sorprendentemente superó su propio entendimiento y expectativa.


Élder Neal A. Maxwell declaró. "Imagínese, Jehová, el Creador de este y otros mundos, ¡¡¡sorprendido!!! Jesús sabía cognitivamente lo que debía hacer, pero no por experiencia. Nunca había conocido personalmente al exquisito y exigente proceso de la expiación antes. Así, cuando la agonía llegó en su plenitud, ¡era mucho, mucho peor de lo que él con su inteligencia única nunca imaginó! Por eso no me extraña que un ángel se le apareció para fortalecerlo (Lucas 22:43)” (Liahona Enero 1985, “Dispuesto a someterse”)

Es a partir de este choque aparentemente contradictorio entre preguntas y respuestas, entre las explicaciones y experiencias entre los conocimientos que tenemos en nuestras cabezas y la comprensión que viene del corazón, que se puede producir un mayor crecimiento espiritual. La verdadera fuente de consuelo y comprensión no se encuentra en las respuestas intelectuales, sino en el que nos invita: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas." (Mateo 11:28-29)

No es suficiente con encontrar respuestas a estas dos preguntas con las que el hombre exclama ante una supuesta indiferencia de Dios ante su adversidad, sino que debemos entender que la eternidad tiene más valor que esta vida temporal, ya que los quejidos y lamentos en la eternidad no tienen solución, más en la vida Terrenal, sí.

Cuando lleguemos a exclamar; “¿Hasta cuándo Señor debo aguantar esta prueba? ¿Cuándo escucharás mis clementes oraciones pidiendo que se acabe mi dolor?” Debemos recordar que tales preguntas no son señales de un espíritu deficiente ya que grandes profetas y hasta el mismo Salvador llegaron a preguntar lo mismo. Y también debemos recordar que es precisamente en esos momentos que podemos decir a lo igual que el Señor "Elí, Elí Lama Sabactani (¿por qué me has desamparado?)" para luego dentro de la misma circunstancia decir "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" ¡ QUÉ GRANDEZA SE NOS PERMITE IMITAR A TRAVÉS DEL INSOPORTABLE Y DESESPERANTE DOLOR EN LA SOLEDAD !

Recuerde; el Señor no le exige perfección ni que sea de acero para no llorar y clamarle (con respeto) que quiere ¡ya! que acabe su dolor, pero Dios sí quiere que confíe en Su sabia y puntual agenda para solucionar penas y angustias, porque Él ve algo que usted no puede ver, y eso es su fina alma y espíritu temple de aquí a pocos años.

"No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros." (Juan 14:18)

Por Fernando Illanes ©

¿DIOS NOS BENDICE AÚN SIN MERECERLO? por Fernando Illanes ©




¿DIOS BENDICE AUNQUE NO LO MEREZCAMOS?

(Utilizaré el Diezmo como ejemplo, pero se puede aplicar a cualquier mandamiento)

Hay miembros que creen y hasta tienen experiencias hermosas gracias al Diezmo, y aún así a veces no pagan Diezmo. Hay miembros que saben de la veracidad de la Palabra de Sabiduría y sin embargo no la cumplen, como en mi caso ya que yo sé que me hace mal la Coca Cola y a veces simplemente no me resisto a tomarla. Y así podemos citar varios ejemplos y después de hacerlo viene mi pregunta "¿Dios nos bendice aunque a veces no lo merezcamos?" y planteo esto porque constantemente escuchamos decir en oraciones, testimonios y discursos que Dios nos bendice aún sin merecerlo y eso es un concepto claro y sin discusión que dice que Dios a veces es más misericordioso que justo.

Cuando alguien ora la bendición de la Santa Cena y se equivoca y se equivoca y se equivoca una y otra vez ¿qué dice el manual de instrucciones respecto a esto? dice que se debe pedir que otro presbítero la diga inclusive pueden estar 3 presbíteros en la mesa sacramental, y se lo incentive con amor al que no pudo orar a que espere para una próxima vez y que lea y practique en los siguientes días la oración. Pero la instrucción es clara DEBE SER PERFECTA Y TEXTUALMENTE MENCIONADA LA ORACIÓN, SIN NINGUNA ALTERACIÓN.

¿Cómo creen que se siente el presbítero que se le pida que ya no ore? PÉSIMO. Algunos obispos pensando en que es un converso o es un jovencito recién avanzado y que por eso está nervioso y para no herirlo o humillarlo, aprueban la bendición en la 3era o 4ta o 5ta oración a pesar de no haber sido correctamente bendecida la Santa Cena. El Señor ni un ápice quiere que alteremos lo que Él ya ha decretado (Alma 42:25)

Quiero seguir con el ejemplo del Diezmo, pero se puede aplicar a cualquier mandamiento. Es cierto que a veces alguien puede dejar de pagar su Diezmo y sin embargo tiene solvencia, alimentos, trabajo, etc. pero esto no es debido a que Dios dice:

"ay hijo(a) ¿no quieres cumplir? ni modo, está bien igual de todos modos te daré lo que prometí para los que cumplieran"

De ninguna manera Dios sería así. Entonces ¿por qué parece que somos bendecidos cuando no lo merecemos? Esto es debido a que Dios conoce el fin desde el principio y Él ya ve que en futuras semanas o meses o en el ajuste de Diezmo el miembro se nivelará y pagará. También el hecho que durante buen tiempo fue buen pagador de Diezmo y a veces llegó a sufrir de deudas, falta de solvencia, un mal trabajo ¿acaso el Señor es injusto y no cumple con nosotros cuando nosotros cumplimos? no, simplemente considero que hay por así decirlo un "banco de bendiciones merecidas ahorradas" para el momento que Dios vea más apropiado darnos, incluso en un buen momento económico, porque es un hecho irrefutable que DIOS NO NOS VA A RETENER INJUSTAMENTE ALGO QUE NOS HEMOS GANADO, COMO TAMPOCO NO NOS DARÁ NADA QUE NO NOS HAYAMOS GANADO porque de así hacerlo, Dios dejaría de ser Dios porque no puede controlar sus emociones y bendice a sus amados hijos sin importarle la Justicia (Alma 42:25)



Saulo de Tarso quedó ciego por días después de la experiencia que tuvo con el Señor camino a Damasco buscando cristianos para apresarlos y posteriormente ser juzgados de muerte. Pero veamos que enseñanza podremos extraer de esa experiencia amarga para el pecador Saulo:

"Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Él, TEMBLANDO Y TEMEROSO, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga?" (Hechos 9:5-6)

Ahora veamos qué significa "aguijón"

"¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? EL AGUIJÓN DE LA MUERTE ES EL PECADO" (1 Corintios 15:55-56)

"Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un AGUIJÓN en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera. Con respecto a lo cual TRES VECES HE ROGADO AL SEÑOR QUE LO QUITE DE MÍ. Y me ha dicho: TE BASTA MI GRACIA; porque mi poder se perfecciona en la debilidad." (2 Corintios 12:7-9)

Efectivamente Saulo no merecía el perdón que le rogó hasta 3 veces al Señor siendo Pablo ya un Apóstol misionero, sin embargo el Señor no quiso quitarle ese remordimiento simbolizado como aguijón incrustado y le rechazó las 3 veces que le rogó Pablo y fue así porque la Justicia no lo permitía y también porque Pablo tenía tendencia a gloriarse pero este aguijón era su "estate quieto" con el que el Señor le ayudaba, pero el Señor le permitió a Pablo compensar su persecución anti-cristiana, con su obra misional cristiana para ser bendecido.

El mismo ejemplo tenemos con la mujer adultera in-fragante a la que Jesús le da una oportunidad de arrepentirse cuando dice "el que esté libre de pecado sea el primero en arrojar la piedra" y luego el Señor le dice "Vete y no peques más" cuando sin embargo generalmente decía "tus pecados te son perdonados" pero no, no lo hizo porque la justicia no permite eso, a menos que se arrepienta.
Es interesante notar que Alma hijo quien tuvo una experiencia similar a la de Saulo, habla con su hijo Coriantón y le dice:

"Y ahora bien, hijo mío, percibo que hay algo más que inquieta tu mente, algo que no puedes comprender, y es concerniente a la justicia de Dios en el castigo del pecador; porque tratas de suponer que es una injusticia que el pecador sea consignado a un estado de miseria." (Alma 42:1)

Y también me recuerda la escritura que dice:

"Y también habrá muchos que dirán: Comed, bebed y divertíos; no obstante, temed a Dios, pues él justificará la comisión de unos cuantos pecados" (2 Nefi 28:7)

Coriantón (hijo de Alma) al parecer no había podido entender o aceptar el hecho inalterable de que Dios no puede premiar a quien no cumple porque es justo, Dios debe impartir imparcialmente recompensas o castigos en relación con la obediencia o desobediencia de sus hijos a los principios eternos del Evangelio. No es la naturaleza de los hombres y mujeres de nuestro estado pecaminoso y caído abogar por la justicia sobre nosotros mismos. No queremos recibir aquello que justamente merecemos.

Al igual que Coriantón, preferimos centrarnos en el amor, la compasión y la misericordia de Dios y pasar por alto el hecho de que nuestro Padre Celestial es un Dios de justicia también. La Ley de la Justicia en el Universo siempre exigirá consecuencias penitentes para quienes no cumplen, pero también La Ley de la Justicia en el Universo exigirá consecuencias bendecidas para los que cumplen. Por lo tanto Dios no nos bendice en algo que no merecemos.

"Y ¿cómo podría el hombre arrepentirse, a menos que pecara? ¿cómo podría pecar, si no hubiese ley? y ¿CÓMO PODRÍA HABER UNA LEY SIN QUE HUBIESE UN CASTIGO?" (Alma 42:17 Mayúsculas agregadas para dar énfasis)

"Y también, si no hubiese ninguna ley contra el pecado, los hombres no tendrían miedo de pecar. (cambien pecar por incumplir) Y si no se hubiese dado ninguna ley, ¿qué podría hacer la justicia si los hombres pecasen? ¿o la misericordia? Pues no tendrían derecho a reclamar al hombre." (Alma 42:20-21)

¿Dios actúa con Justicia y misericordia al mismo tiempo? Si! Por ejemplo Jonás el que fue tragado por un gran pez fue enviado por el Señor para predicarle el arrepentimiento al pueblo de Nínive y así no sean destruidos por la Justicia. Entonces puntualicemos; si no se arrepentía este pueblo, tenía que ser destruido (Justicia) y Dios manda a Jonás a advertirles para que se arrepientan y no sean destruidos (Misericordia) Jonás les predica y qué pasa? se arrepienten y la justicia dice que el arrepentido puede ser perdonado por la expiación de Cristo (Justicia) y Dios los perdonó (Misericordia)

PERO SI NO SE ARREPENTÍAN??? QUE HUBIERA PASADO??? IBAN A SER DESTRUIDOS (Justicia) CREES QUE DIOS LOS HUBIERA PERDONADO IGUAL??? OBVIAMENTE QUE NO! y precisamente esa fue la suerte de Sodoma y Gomorra.

Élder Dallin H. Oaks del Quórum de los Doce dijo; "El amor de Dios no sustituye Sus leyes ni Sus mandamientos, y el efecto de éstos no disminuye el propósito ni el efecto de Su amor." ("El amor y la ley" Dallin H. Oaks en la conferencia general de la Iglesia Octubre del 2009)

Yo digo y sostuve con escrituras que Dios no puede bendecir a quien no cumple, o sea si no cumplí con la ley del diezmo pero si estoy cumpliendo con la ley del ayuno y de ofrendas ¿EN CUAL ME VA A BENDECIR? OBVIO QUE SÓLO EN LA LEY QUE CUMPLÍ Y NO EN LA QUE NO CUMPLÍ PORQUE NO LO MEREZCO.

Y si se me bendice con las bendiciones ligadas a la Ley del Diezmo a pesar de no cumplirla porque Dios me ama...¿QUÉ CLASE DE DIOS ES? ¿QUÉ CLASE DE PLAN DE SALVACIÓN ES SI NO SE NECESITA OBEDIENCIA PARA GANAR BENDICIONES?

Conclusión: Dios nos bendice con lo que merecemos y no con lo que no merecemos. La misericordia de Él se ve en el hecho de que nosotros somos ingratos, desobedientes y hasta veces lo vemos como un extraño a Dios, y aun así Él quiere seguir sintiéndose interesado y preocupado por nuestra Salvación.

Dios no nos bendice cuando no lo merecemos y la escritura es muy clara: "Hay una ley, irrevocablemente decretada en el cielo antes de la fundación de este mundo, sobre la cual todas las bendiciones se basan; y cuando recibimos una bendición de Dios, es porque se obedece aquella ley sobre la cual se basa." (D & C 130:20-21)

"Yo, el Señor, estoy obligado cuando hacéis lo que os digo; MAS CUANDO NO HACÉIS LO QUE OS DIGO, NINGUNA PROMESA TENÉIS." (D & C 82:10)

"¿Qué, supones tú que la misericordia puede robar a la justicia? Te digo que no, NI UN ÁPICE. Si fuera así, Dios dejaría de ser Dios." (Alma 42:25)




por Fernando Illanes ©

viernes, 23 de agosto de 2013

"... Y TU LE HERIRÁS EL CALCAÑAR"


Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Sabemos que éstas son palabras de Dios a Lucifer en la ocasión en que Dios reprende a Eva por dejarse engañar con la serpiente (Lucifer).
Generalmente la mayoría no entiende el significado de la última frase "y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar."
El calcañar es la parte posterior de la planta del pie. La promesa relativa a la herida en el calcañar y la cabeza significa que mientras Satanás (como la serpiente) heriría el calcañar del Salvador por medio de los dirigentes judíos para torturarlo y crucificarle, ese mismo acto de Expiación daría a Cristo la fuerza para vencer el poder que Satanás tiene sobre los hombres y deshacer los efectos de la Caída. Por lo tanto, la simiente de la mujer (Cristo) aplastará la cabeza de la serpiente (Satanás y su reino) con el calcañar herido (el sacrificio expiatorio).

Por Fernando Illanes. ©

COMO CONCILIAR LOS DINOSAURIOS CON LA CREACIÓN Y LA CAÍDA Por Fernando Illanes ©


Muchos de los Santos de los Últimos Días nos preguntamos:

¿Cómo la caída de Adán y Eva pudo haber traído la muerte en el mundo, cuando los dinosaurios existieron antes y experimentaron la muerte?

Las plantas y animales primitivos existieron y vivieron y murieron antes de que Adán y Eva fueran colocados en el jardín. Fue cuando Adán y Eva fueron colocados en la tierra que fue santificada ésta y la muerte cesó. Bueno para santificar algo, ése algo debe haber pasado por un estado previamente caótico, corruptible o mortal y es así como quedó la Tierra después de millones de años y con presencia de Dinosaurios muertos y es entonces cuando ya la Tieera en el séptimo día es santificada y éste es el comienzo de la vida moderna y la historia humana, o sea en una Tierra paradisíaca y santificada haciendo que no hubiera ningún elemento corruptible y mucho menos la muerte. En su nuevo estado santificado, la tierra se colocó en el cielo cerca del trono de Dios. Cuando Adán y Eva cayeron, la tierra se desprendió de su ubicación privilegiada y se convirtió en corruptible y la muerte fue reintroducida, pero también el nacimiento.

Conclusión: En la creación de la Tierra estaba presente la muerte porque aún no había sido santificada la Tierra sino hasta el séptimo día de la Creación, y por eso murieron las plantas y animales primitivos. Pero fue hasta que Dios la santificó y es entonces cuando la muerte cesó. Después de la Caída de Adán y Eva, entonces la muerte volvió. Me inclino a creer en ésto ya que así explicaría el fenómeno de la existencia y extinsión de los Dinosaurios sin descartar la Creación y la Caída.


Por Fernando Illanes ©

IMPORTANCIA DEL BAUTISMO VERDADERO Y ENTENDER QUE ES LA IGLESIA Por Fernando Illanes ©

Me apena tanto cuando veo que nobles personas que realmente son tan humildes y benévolas con el prójimo como mandó el Señor a que seamos, tienden a caer en un error el cual es subestimar que Dios es un Dios de orden y administrativo. Me refiero a que estas buenas personas aman al Salvador al grado que realmente sienten amor por su prójimo y sienten el deseo de sentir caridad por quien la necesite, pero que al ver las debilidades y defectos -algo innato en el ser humano- en miembros de cualquier religión, dicen “Dios es amor y yo le adoraré porque le amo y haré el bien a mi prójimo y no necesito de una iglesia para conocerle y amarle, porque en las iglesias veo que pelean, discuten, llevan vidas diferentes a las que demuestran los domingos, exigen las faldas largas, veo hipocresía, etc.” y un montón de acciones más que realmente revelan las debilidades humanas y sus defectos.
Deberían recordar que la iglesia no es una fraternidad de “dioses menores”. La iglesia es precisamente para personas chocantes, pecadoras, malas, envidiosas, etc. y van para controlar su defecto y enfermedad del alma. De hecho el mismo Salvador expresó lo siguiente:
“Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar al arrepentimiento a los justos, sino a los pecadores.” (Marcos 2:17)
Entonces las reglas de la casa son bien claras y dichas por el dueño de casa; Una iglesia independientemente si sea la verdadera o no –porque igual todas se basan en el mismo Dios- tendrá siempre personas toscas, hirientes, hipócritas y malas en cualquier sentido de la palabra, por lo tanto no esperemos que nunca veremos discordias en la iglesia y obviamente no esperemos que nunca alguien podría herirnos. Inclusive vemos que los apóstoles del Señor discutían, contendían y competían entre sí y delante del mismo Señor; “Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor.” (Lucas 9:46)
Y bueno volviendo al tema de estas personas nobles a las que me referí en el principio, al ver esto se desilusionan y creen con seguridad que no es necesario asistir a una iglesia y más aún cuando los miembros son casi anticristianos. Quiero decirles a estas personas lo siguiente; Les recuerdo que el Apóstol Pablo dijo: “un Señor, una fe, un bautismo,” (Efesios 4:5) por lo tanto dejó claro que así como hay un solo Señor, una sola fe que la empleamos en él, así también hay un solo bautismo “legal” para los términos de los cielos. Ahora, ¿qué tan importante podrá ser tener el bautismo correcto?;
“Y había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
Éste vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que eres maestro que ha venido de Dios, porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces si no está Dios con él.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que EL QUE NO NACIERE DE AGUA Y DEL ESPÍRITU NO PUEDE ENTRAR EN EL REINO DE DIOS.” (Juan 3:1-5)
Entonces claramente dice que el bautismo es el pasaporte para entrar al reino de Dios, por eso el gran mandato del Señor resucitado a sus Apóstoles fue claro; “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19) Estoy seguro que hasta aquí es clara la importancia del bautismo para cada persona. Por lo tanto la iglesia de Cristo admitía a sus miembros y admitirá siempre a sus miembros por medio del bautismo. Esta Iglesia el Señor la instituyó con el siguiente clérigo administrativo;
“Y él mismo constituyó a unos apóstoles; y a otros, profetas; y a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros;
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:11-13)
Incluso dice la razón por la que debe haber una iglesia y es para llegar a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios y además dice que es para que lleguemos a ser como él. Pero como era obvio la iglesia como ya dijimos tiene a personas con defectos y debilidades y por eso Pablo dice; “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor” (Efesios 4:2) ¿Acaso ésto que dice Pablo ya no está vigente?.
Ahora estas personas nobles que soportan todo agravio del prójimo y menos de la iglesia, también se molestan porque debaten sobre enseñanzas o doctrinas que pueden a veces despertar confrontación y diferencias. Ante esto quiero recordar que los mismísimos Apóstoles que caminaban a lado del Señor no entendían ni de la misma boca del Salvador la doctrina de que él moriría y resucitaría al tercer día, incluso contendían por una competencia de quien era más amado por él;
“Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres.
Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras.
Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor.” (Lucas 9:44-46)
Y sin embargo dicen que el seguir a Cristo no depende únicamente de una iglesia, y si se entra a una iglesia ésta deberá ser un club de personas perfectas.
Por favor entiendan un Señor, una fe, un bautismo y si no se bautizan no podrán entrar al reino de los cielos. Y como Dios es perfecto Él no puede aceptar todos los bautismos de diferentes religiones como legal para los cielos, cuando sin embargo éstas se diferencian en doctrinas, credos y ordenanzas. Por eso el Señor dijo; "Todo reino dividido contra sí mismo es asolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá." (Mateo 12:25) y otra vez claramente está de que Dios no puede aceptar a todas las iglesias como suyas y legales para hacer valer el bautismo de cada una, ya que todas las religiones siempre se diferencian en puntos doctrinales, dogmas, ordenanzas y sacramento y al no ser compatibles la una a la otra por más que tengan el mismo Dios en común, tal como lo dijo Cristo "Todo reino dividido contra sí mismo es asolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá." (Mateo 12:25).
Así que no se trata de creerse cada religión dueña de la verdad, sino que cada una expone sus dogmas, doctrinas, ordenanzas y sacramento para demostrar que tienen el único bautismo legal para los cielos aquí en la Tierra, ya que Dios no es un Dios de confusión y desorden y aunque ama al ateo, al católico, al mormón, al evangelista, etc. igual Él no se saldrá del orden que Él mismo estableció.

“alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que iban siendo salvos.” (Hechos 2:47)



Por Fernando Illanes ©

2 PREGUNTAS MUY DOGMÁTICAS Y MUY INTERESANTES RESPECTO A LA ETERNIDAD DE DIOS Y DEL UNIVERSO

1.- Si nuestro Padre Celestial es Todopoderoso, ¿entonces por qué Él mismo está sujeto a leyes que no puede romper?

2.- Si nuestro Padre Celestial es Todopoderoso, ¿por qué no fue Él el que creó la materia y las inteligencias en el Universo?
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1.- ¿Si nuestro Padre Celestial es Todopoderoso, entonces por qué Él mismo está sujeto a leyes que no puede romper?
R.- Honestamente en lo particular no tengo una postura inalterable por el versículo “entonces Dios dejaría de ser Dios” tengo 2 definiciones para esa frase. Una de ellas es la que más conocen gracias al Hno. Cleon W. Skousen la cual dice que porque hay leyes eternas en el Universo, Dios anda al filo de la navaja para cumplirlas y así mantener Su honor y así las inteligencias le siguen amando y obedeciendo, pero que si dejara de cumplirlas Él perdería el respeto de ellas (las inteligencias) y perdería Su poder y así dejaría de ser Dios. Personalmente creo en esta doctrina.Ahora tengo una segunda interpretación para este pasaje de escritura la cual es que Dios no puede y no va a dejar de ser Dios. Su título, Su estado y Su exaltada posición son y serán siempre fijos e inmutables y que por lo tanto no es necesario que el Santo de Dios piense un solo segundo preocupándose por una posible caída del Todopoderoso. Hipotético es el caso que plantea Alma (Alma 42:13-14 "Dios dejaría de ser Dios") y sólo eso, puramente hipotético. Él argumenta hacia lo imposible, lo absurdo, para enfatizar la certeza lógica del principio de que la misericordia no puede robar a la justicia. Es como si Alma dijera: "Es tan ridículo suponer que la misericordia puede robar a la justicia y que los hombres y las mujeres pueden romper las leyes de Dios con la impunidad que el amor de Dios por ellos los encubre, de serlo así Dios dejaría de ser Dios.” De hecho, Alma concluye: "Mas Dios no cesa de ser Dios, y la misericordia reclama al que se arrepiente; y la misericordia viene a causa de la expiación. (Alma 42:23). Honestamente también mi espíritu me confirma que ésta es la verdadera interpretación de la frase “Dios dejaría de ser Dios”.
De cualquier manera ambas interpretaciones coinciden en algo y es que Dios tiene un status de vida que se llama “VIDA ETERNA” y que por ese estilo de vida es que Él no tolera con el más mínimo grado de tolerancia cualquier pecado. A Él le repugna el pecado y lo contrario a santidad y Él no puede por nada en el Universo dejar pasar por alto ni siquiera una pequeña “mentirilla” por el simple hecho que a Él no le gusta y no sólo por temor a perder Su honor ante las inteligencias.
Así que mi respuesta a esta primera pregunta es que Dios es Omnipotente y Todopoderoso porque a Él simplemente le encanta lo justo y correcto y no porque seamos Sus hijos Él iba a cambiar esa rectitud del cual todas las inteligencias son testigos enamoradas y que por eso le obedecen a Su mandato y así es como funciona Su poder. Por lo tanto las Leyes Eternas que hay en el Universo como por ejemplo la Ley de la Justicia que es una ley espiritual que dice que quien anda perfectamente en santidad, rectitud y obediencia merece ser un Dios y es una ley eternamente existente como las Matemáticas, que Dios no las creó y por más que Dios utilice Su poder, Él nunca podrá hacer que 2+2 sean 16, lo mismo es con la Ley de la Justicia, ni con todo Su poder Él no podrá hacer que un pecador sea un Dios y Él lo sabe y por eso a la Justicia se le complace con la injusticia que se hizo con Jesucristo al grado que la Ley de la Justicia determina que se le debe “reembolsar” o “retribuir” por la ignominiosa injusticia a Jesucristo, y así la justicia pasa a deberle a Jesucristo y Jesucristo entonces “cobra” que se le pague diciendo al Padre que es el Juez quien vive y cumple la Ley: “Padre, ve los padecimientos y la muerte de aquel que no pecó, en quien te complaciste; ve la sangre de tu Hijo que fue derramada, la sangre de aquel que diste para que tú mismo fueses glorificado; por tanto, Padre, perdona a estos mis hermanos que creen en mi nombre, para que vengan a mí y tengan vida eterna.” (DyC 45:4-5)
Dios se sujeta a Leyes por la misma razón que yo me sujeto a la ley penal de Bolivia (y universal) que dice que quien mate irá a la cárcel, y la cumplo no porque no quiera ir a la cárcel, sino porque me repugna la idea de matar.
2.- Si nuestro Padre Celestial es Todopoderoso, ¿por qué no fue Él el que creó la materia y las inteligencias en el Universo?
Es obvio que aquí la palabra "crear" la vamos a interpretar como "que aparezca de la nada" eso primero que nada. Ahora Dios es Todopoderoso como Creador porque tiene el perfecto arte de organizar materia e inteligencia y que éstas le obedezcan. Por ejemplo el agua que apaga o extingue el fuego, está compuesta por 2 moléculas de Hidrógeno y 1 de Oxigeno, sin embargo el hidrógeno es muy inflamable, y el oxígeno aviva al fuego. ¿Cómo es ésto posible? Simplemente porque Dios es Todopoderoso y Él ordena a esas inteligencias llamadas por el hombre "elementos químicos" que cumplan como extinguidor de fuegos volviéndose un mineral liquido (agua) y por separado alimenten el fuego. Entonces Dios es un Creador Todopoderoso porque sabe perfectamente organizar.
Pero Él no creó la materia, la materia siempre co-existió con Dios y nosotros ¿pero alguien debió crearla? dirán algunos, supongamos entonces que Dios la creó, y bueno y ¿quién creó la materia de la que está hecho Dios? porque Dios es materia que viste a la mayor inteligencia del Universo, así que ¿quién creó la materia de la que está hecho el cuerpo e inclusive el espíritu de Dios? ok digamos que fue Su Padre Celestial, y ¿quién creó la materia del cuerpo de ese Padre Celestial? ok fue su Padre, y así podemos seguir infinitamente hacia atrás haciendo la misma pregunta una y otra vez. La materia es infinita y eterna y nunca fue, es y podrá ser creada por nadie y el hecho que Dios no la haya creado no le quita poder y honra. El mundo sectario cree que la gloria de Dios se fortalece haciendo que las explicaciones de la Creación sean fabulosamente incomprensibles e ilógicas. La materia siempre existió y nunca tuvo un principio desde donde comenzó a "aparecer de la nada" y si en la Biblia dice "En el principio Dios creó los cielos y la tierra" Ese "principio" se refiere cuando Dios terminó de hacer la esfera terrestre y desde ahí comienza el Plan de Salvación. Ahora nuestra mente finita no puede en esta vida comprender lo infinito por lo tanto NUNCA habrá una explicación perfectamente científica y espiritual a la vez que nos ayude a entender como es que hay algo que nunca tuvo un comienzo sino que siempre existió.

¿QUÉ RECORDAR CUANDO POR EL REMORDIMIENTO O DOLOR DEJAMOS DE ORAR?


En nuestras más oscuras etapas y angustias más profundas podemos ir a Él y estar “para siempre envueltos entre los brazos de su amor” (2 Nefi 1:15). Él ha prometido amarnos (1 Juan 2:5), hablar con nosotros (DyC 8:2), contestarnos (3 Nefi 14:7-8), buscarnos cuando nos desorientemos (Ezequiel 34:11), reunirnos (Lucas 13:34), lavarnos (Salmos 51:2, 7), emblanquecer nuestros vestidos en Su sangre (1 Nefi 12:10), apacentarnos (Ezequiel 34:13-15) ; liberarnos del cautiverio y la cárcel (Isaías 61:1); darnos paz (Juan 14:27), darnos descanso (Mateo 11:28), extender los brazos de su misericordia para con nosotros (Alma 5: 33), y nos vendará cuando nuestros corazones estén quebrantados (Isaías 61:1).

También ha prometido aliviar nuestras cargas (2 Nefi 19:4), tomar nuestras enfermedades (Alma 7:11), sanarnos (3 Nefi 9:13), salvarnos (Isaías 25:9), liberarnos (Salmos 71:2), ser nuestro escudo y nuestro refugio (2 Samuel 22:3), liberarnos de los bestias horribles, la muerte y el infierno (2 Nefi 9:10, 19, 26), a ser herido y golpeado y azotado por nosotros (Isaías 53:5), hacernos prósperos (2 Nefi 1:9), llevarnos (Isaías 46:4), llevar nuestras dolencias (Alma 7:12), llevar nuestras enfermedades y nuestros dolores (Isaías 53:4), ser un escondite para nosotros (Salmos 119:114); pelear nuestras batallas (DyC 105:14), consolarnos (Isaías 66:13), socorrernos (Alma 7: 12), interceder por nosotros (DyC 45:3), interceder por nosotros (Isaías 53:12); enseñarnos (DyC 97:12-13), sufrir por nosotros (DyC 19:16), perdonarnos (Mosíah 26:30); gloria en lugar de ceniza, aceite de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar de espíritu apesadumbrado (Isaías 61:3), estar con nosotros (DyC 38:7), iluminarnos (DyC 11:13); invitarnos a Su casa (DyC 58:9), santificarnos (DyC 60:7), y resucitarnos en el último día (Juan 6:40).

Él tiene conocimiento perfecto y una misericordiosa empatía. Él es amor. Su poder está sobre toda la tierra. Su bondad es grande (Salmos 31:19), abundante (Éxodo 34:6), supremo (Alma 12:32), maravilloso (Alma 19:6), infinito (2 Nefi 24:10), e inmediato (Mosíah 25:10). Nada es demasiado difícil para él. Por lo tanto podemos vivir sin miedo. Más de ochenta veces las Escrituras usan alguna forma de la frase “no temas”.

Incluso “si las bravas olas conspiran contra nosotros; si el viento huracanado se hace nuestro enemigo; si los cielos se ennegrecen y todos los elementos se combinan para obstruir la vía; y sobre todo, si las puertas mismas del infierno se abren de par en par para tragarnos” (DyC 122:7), nos pide no tener miedo porque somos sus hermanos pequeñitos (DyC 50:41). Podemos creer en Él e ir a Él. Tenemos en Él una fuente inagotable de amor infinito.
¿Cómo es posible entonces que Satanás nos convence de que Dios no quiere escuchar nuestra oración cuando estamos en pecado? si después de todo tenemos a éste ser inigualable amándonos sin límites.

EL PODER DE DIOS:
Al subordinar todas las cosas a sí mismo en la verdad, Dios tiene el poder de controlar el futuro. Y en el poder que tiene para controlar el futuro, Dios tiene los medios para conocer el futuro. Dios subordina todas las cosas a sí mismo en la verdad, lo que le da poder sobre todas las cosas. "En el conocimiento está el poder que gobierna las eternidades", observó José Smith (History Church Vol. 4, pag. 597) Dios tiene más poder que todos los demás seres, porque tiene un mayor conocimiento, y por lo tanto, Él sabe cómo someter a todos los otros seres a Él sin necesidad de la coacción, sino más bien porque todos los seres le honran por su conocimiento. Preste atención a la siguiente escritura:

DyC 29:36 Y aconteció que Adán, habiendo sido tentado por el diablo, pues, he aquí, éste existió antes que Adán, porque se rebeló contra mí, diciendo: DAME TU HONRA, LA CUAL ES MI PODER; y también alejó de mí a la tercera parte de las huestes del cielo, a causa de su albedrío;

Algunos equivocadamente interpretan que esta escritura significa que Lucifer pedía que el mismo Padre Celestial lo honrara. La correcta interpretación es que Lucifer estaba diciéndole al Padre lo siguiente "Haz que todos me honren y me respeten como a ti para que yo pueda hablar y las inteligencias me obedezcan como te obedecen a ti".
Lucifer era un fantasioso revolucionario queriendo anular el sistema eterno del progreso en Divinidad en el cual nuestro Padre Celestial y otros igual a Él triunfaron con sudor y temblor y son lo que hoy son. Lucifer quería tomar para sí esta honra de una manera fácil y no entendía que esta honra con la que las inteligencias le adoran a Dios es por el conocimiento que Dios tiene de todas las cosas algo que ellas y nosotros y cualquier creación de Él, no lo tenemos, TODAVÍA.

Por: Fernando Illanes ©

DISCURSO DE POCAS LINEAS: La Materia es infinita



La materia en su esencia es eterna. Dios, el poderoso supremo, no puede originarla, sino que sólo puede organizar la materia. Tampoco puede destruirla hasta quedar en nada, sino que sólo puede desorganizarla. Dios es el Maestro, que, debido a su gran conocimiento, sabe cómo utilizar los elementos ya existentes, para la construcción de todo lo que tenga en mente. (John A. Widtsoe, JOSÉ SMITH COMO CIENTÍFICO Cap. 3)

DISCURSO DE POCAS LINEAS: Nuestro Amoroso Padre Celestial

"Quiero decir, a todos y a cada uno de ustedes, que está bien familiarizado con Dios, nuestro Padre celestial, o el gran Elohim. Usted está bien familiarizado con Él, no porque quiera adorarle, sino porque ha vivido en Su hogar y vivió con Él año tras año, y sin embargo usted está tratando de familiarizarse con Él, cuando el hecho es que sólo se ha olvidado que ya lo sabía ....

"No hay una persona aquí hoy, que no sea un hijo o una hija de ese Ser. En el mundo de los espíritus sus espíritus fueron primero engendrados y dado a luz, y vivían allí con sus Padres Celestiales durante mucho tiempo antes de venir aquí. Esto, tal vez, para muchos es difícil de creer, pero es el mayor disparate del mundo si no lo crees, y si aún así no lo crees deja de llamarlo Padre, y cuando ores, ora a otro personaje ". (Brigham Young, en Journal of Discourses, 4:216).

DISCURSOS DE POCAS LINEAS: Sólo Dios puede juzgar ya que sólo Él tiene la capacidad de ver "el fin desde el principio"

Cuando el Señor entró en Jericó camino a Jerusalén y a los últimos días de Su ministerio terrenal, se encontró con un hombre “pequeño de estatura” (Lucas 19:3) y era el “jefe de los publicanos” (Lucas 19:2). Los publicanos eran los recaudadores de impuestos al servicio de Roma o de Herodes. Ellos eran despreciados por los Judíos, y cualquiera que realizara este trabajo era excomulgado de la congregación de los fieles Israelitas. El nombre de este hombre era Zaqueo.

Zaqueo quería ver al famoso Jesús de Nazaret de quien algunos rumoreaban que era el mesías prometido, pero la multitud y su pequeño tamaño lo hacían imposible, por lo que corrió por delante de la multitud y se subió a un árbol sicómoro desde donde esperaba obtener una visión de este hombre extraordinario (Lucas 19:1-4).

“Y cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que me aloje en tu casa” (Lucas 19:5).

El Salvador sabía su nombre, y, como indican los versículos siguientes (Lucas 19:6-9), Él conocía su corazón también. Aquí estaba un hombre que fue despreciado, rechazado, tildado de hipócrita, traidor y fue expulsado de la iglesia judía. Pero el Señor lo conocía. Conocía su corazón, y Él lo amaba. PORQUE ÉL SABÍA LO QUE ZAQUEO ERA EN REALIDAD Y LO QUE PODÍA LLEGAR A SER.

La historia de Zaqueo es usada para ilustrar el refrán de Jesús: "Bendito son los puros de corazón, ya que ellos verán a Dios" (Mateo 5:8). Zaqueo cuyo medio era puro, subió sobre un árbol, que representa la cruz, siendo simbólicamente crucificado por Cristo, y fue capaz de ver a Dios (Él que ha visto a Jesús ha visto a Dios).
El árbol de sicómoro al que subió Zaqueo era considerado "sucio" porque da una fruta que alimentaba a los cerdos. En la cultura de ese tiempo era humillante para Zaqueo subirse a aquel árbol. Para ver a Jesús, su orgullo fue crucificado.
SI EL SEÑOR BAJA EN ESTE MOMENTO ¿CUÁL SERÍA NUESTRA REACCIÓN?

¿De qué le hablaríamos al Señor Jesucristo si se apareciera en nuestra Noche de Hogar? Al meditar sobre esto y en lo más profundo de mi corazón sentí que en realidad mi respuesta era que me siento indigno de estar en la presencia del Señor.
¿Cómo podía yo aproximarme a Él si no estoy haciendo todo lo que me ha pedido que haga? ¿Cómo podría soportar, en mi condición, presentarme ante el Hijo del Dios Viviente? ¿Yo, en la presencia del Señor? Hace mucho tiempo, él estableció un plan por medio del cual yo tendría la oportunidad de venir a esta etapa de probación mortal, donde se pondría a prueba mi fe y pasaría por experiencias imposibles de vivir en la existencia premortal; todo ello con el propósito de llegar a ser como nuestro Padre Celestial. Sin embargo, después de haber aceptado el plan que Él estableció para mi propia salvación, y de haber tomado parte en su implantación, me quejo de lo que me ha tocado en la vida.
¿Yo, en la presencia del Señor? Sí, yo que clamé de gozo en la existencia Premortal cuando supe que me tocaba nacer en la Tierra, tan pronto como tuve consciencia y desperté ante la realidad de muchas cosas comencé a quejarme acerca de las circunstancias que rodeaban mi vida y a compararme con otras personas. Y hasta llegué a preguntarme: “¿Por qué tuve que nacer en una casa en alquiler (renta) y tener unos padres de economía media? Pero el Hijo de Dios nació en un establo, y no durmió en una cama, sino en un comedero de animales.
¿Yo, en la presencia del Señor? Él es la luz y la vida del mundo, y me ha pedido que yo también sea una luz. Sin embargo, muy frecuentemente soy el que está en la obscuridad.
¿Yo, en la presencia del Señor? Él es el Ser Supremo, el Rey de reyes, que desea que yo sea paciente y humilde ¿Cómo podría ser digno de estar en su presencia si me molesto cuando alguien no escribe bien mis apellidos? Me ofendo cuando no me dan importancia; me enojo cuando me critican; grito cuando no hacen lo que digo. Sin embargo, el que se sienta a la diestra del Padre, el que dirige las huestes celestiales, permitió que lo abofetearan, que se burlaran de Él, que lo ridiculizaran y le desgarraran las ropas.
¿Yo, en la presencia del Señor, en la presencia de Aquel que hizo el sacrificio supremo? Él tomó sí todos los pecados del mundo; sudó por cada poro gotas de sangre para pagar mis transgresiones; permitió que lo clavaran en la cruz para beneficiarme a mí.
Y hoy me pide que yo ame a mi prójimo… y yo, por mi lado, ni siquiera sé un poco más de mis vecinos, y siempre estoy muy ocupado cuando me necesitan. Si alguien está enfermo, guardo distancia para no contagiarme; si alguien tiene hambre, lo que hago es agradecerle a Dios el bendecir mi mesa con abundancia de alimentos; cuando se extiende alguna mano mendigando una monedita, me convenzo a mí mismo de que lo único que quiere es aprovecharse de mi generosidad; cuando alguien fallece, hago alarde de que ya hace buen tiempo que no me enfermo de nada; cuando organizo una fiesta, los tímidos y menos populares son los últimos en mi lista de invitados.
¿Yo, en la presencia del Señor Jesucristo? No hay otro nombre bajo el Cielo mediante el cual el hombre pueda ser salvo. Él desea que yo tome su nombre y lo use de todo corazón para servirle con toda mi alma, mente y fuerza. Sin embargo, sólo dispongo, para servirlo, de unas cuantas horas los domingos. Hasta me cuesta ir a visitar a mi familia asignada del Sacerdocio una sóla vez al mes.
¿Yo, en la presencia del Señor, que es el Alfa y la Omega, El Gran Yo Soy, el comienzo y el fin, el Redentor del mundo? Él cumplió con la voluntad del Padre; sujetó “a sí todas las cosas”, “reteniendo todo poder, aun el de destruir a Satanás”; juzgará “a cada hombre de acuerdo con sus obras”; sufrió por mis transgresiones, un “padecimiento que hizo que… temblara a causa del dolor y sangrara por cada poro y padeciera, tanto en el cuerpo como en el espíritu” (D. y C. 19:2-3, 18-19) Sin embargo, yo sigo pecando; sigo justificando mis errores y transgresiones porque “soy humano”; sigo defendiendo mi nombre y mi orgullo. Tengo dolor de rodillas y me es difícil hincarme; tengo la lengua atada y me resulta difícil dar gracias al Señor y alabarlo; lo que brilla en el mundo atrae mi atención; me cuesta mucho bajar la cabeza; voy en pos de la diversión; tengo la mente llena de deseos y sueños de riquezas y fama instantáneas; mi corazón se ve adormecido ante las necesidades de mi prójimo.
Si el Señor se me apareciera, estaría tentado a decirle, en mi insensatez, que no se me acercara, pero sé cuánto lo necesito. Mi alma llora y clama a mi Redentor. Él es mi Salvador y Señor, y yo sé que vive. Sé que me ama y que, en mi triste condición, no puedo sobrevivir sin un salvador, sí un salvador justo y misericordioso, un salvador que perdone mis pecados.
Al igual que Nefi de la antigüedad, yo digo “mi corazón se entristece a causa de mi carne. Mi alma se aflige a causa de mis iniquidades.” (2 Nefi 4:17). Pero también como Nefi, veo la salvación en mi Señor y, como Nefi quisiera decir: “Oh Señor, te alabaré para siempre! Sí, mi alma se regocijará en ti, mi Dios, y la roca de mi salvación.” (2 Nefi 4:30)
Nunca he visto al Señor. Es posible que no lo vea en esta etapa mortal, pero imploro que cuando llegue ese momento, me haya hecho merecedor del privilegio de vivir junto a Él. Sin titubear ni un solo momento, me postro de rodillas ante Él reverentemente, rindiéndole alabanzas y dándole gracias por ser mi Salvador y Redentor, el Hijo del Dios Viviente, Jesús el Cristo.


Por Fernando Illanes ©

SATANÁS EL PADRE DE TODAS LAS MENTIRAS, IMITACIONES A CRISTO Y SU COMPLEJO DE UNIGÉNITO Por Fernando Illanes ©


“Satanás gritó en alta voz y bramó sobre la tierra, y mandó y dijo: Yo soy el Unigénito, adórame a mí.”
(Moisés 1:19)
Al leer esta escritura claramente podemos ver el trauma psicótico que tiene Lucifer de no haber sido el Elegido o Ungido de Dios para el Plan de Salvación. Es más, podemos ver que como un maniático feroz, grita a Moisés de que él (Lucifer) es el Unigénito. ¡Que complejo de superioridad más inalcanzable!
Siendo Satanás rechazado en la Vida Preterrenal por su Padre para que sea escogido alguien que si era perfecto y humilde a diferencia de él, despertó desde entonces para siempre un odio al humilde pero grandioso Jehová o Jesucristo y ha demostrado que él tiene el complejo de rechazo y constantemente lucha por ser amado y reconocido como lo es el Señor.
Para aumentar el número de sus seguidores, y también para tratar de frustrar el plan divino de Dios para felicidad nuestra, Satanás a lo largo de los siglos ha imitado las cosas de Dios. Por ejemplo, durante el período del Antiguo Testamento Satanás, a veces establecía las religiones falsas que eran falsificaciones de la verdadera religión de Dios. Estas religiones falsas, que a menudo pertenecían a los países vecinos de los israelitas, atrajeron a muchos de los hijos de Israel, ya que parecían ser verdaderos sistemas religiosos.Las imitaciones de Satanás incluye templos falsos y apóstatas con altares, sacerdotes corruptos, vestiduras sagradas falsificados, ofrendas de sacrificio profano, y más. Sus imitaciones también incluyeron profetas falsos y apóstatas, escrituras, doctrinas, enseñanzas, y las leyes que parecían ser santificadas. Las imitaciones de Satanás de la verdadera religión llamaban a los deseos carnales de la humanidad, y las imitaciones incluían prostitutas en el templo, la imagen de ídolos sin ropa, con énfasis en las partes del cuerpo, y muchas otras cosas que hacían un llamado a los deseos sexuales humanos, la codicia, y de poder.
Más allá de las falsas religiones pertenecientes a diferentes períodos del Antiguo Testamento, en el libro de Apocalipsis de Juan, enumeró una serie de falsificaciones que Satanás ha establecido en el pasado o establecerá en los últimos días. No todas estas falsificaciones se aplican directamente a la expiación, pero todos son parte de la pauta general de los intentos de Satanás para engañar. Estos incluyen los siguientes ejemplos (todas las referencias son a Apocalipsis):
Hay muchos otros ejemplos de las falsificaciones de Satanás en el mundo de hoy: la bola de cristal de una adivina o gitana imita el Urim y Tumin, falsos profetas imitan los profetas del Señor, los falsos templos son copias de los templos de Dios, clarividentes intentan suplantar a los videntes de Dios, textos que aparecen contradiciendo la correcta doctrina como por ejemplo “El Evangelio de Judas Iscariote” donde establece que Judas fue el Apóstol más fiel, o como aquellos “Evangelios” que hablan que Cristo dejó Su autoridad y administración eclesiástica a Maria Magadalena o incluso a una hija de Él y estos textos quieren imitar a las sagradas Escrituras que Dios ha hecho descubrir para corregir lo que por siglos declaró la Biblia y el Libro de Mormón, y la lujuria y el sexo ilícito de orgías en templos son falsificaciones para el amor verdadero y matrimonio eterno en el verdadero Templo del Señor. El diablo hace falsificaciones de todo lo que es "virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza" (Artículos de Fe 1:13), incluyendo las ordenanzas del Evangelio, tales como el bautismo y la Santa Cena del Señor, la verdadera adoración, música inspirada, oración, la santidad del matrimonio, los sentimientos del Espíritu Santo, y mucho más.
Satanás imita los dones del Espíritu, así, como sanar a los enfermos, hablar en lenguas, y aparece como un ángel de luz. El élder James E. Talmage escribió: "Quizá será útil a los tenebrosos planes de Satanás valerse del concepto que la humanidad tiene de lo bueno, aun hasta el grado de sanar el cuerpo y aparentemente frustrar la muerte." (Talmage, Artículos de Fe, pag. 232) El profeta José Smith explicó: "El don de lenguas ha sido y es, a menudo utilizado de una manera corrupta por Satanás para engañar a los santos.” (Smith, History of the Church, 2:141) También dijo: “Uno podría preguntar, ¿cómo podría alguien hablar en lenguas si fuera del diablo? El diablo puede hablar en lenguas; el adversario vendrá con su obra; él puede tentar a todos en sus propias naciones; él puede hablar en Inglés o Alemán, en Latín o Arameo, Chino u Holandés y cualquier idioma o lengua. El diablo puede tentar a cualquier hombre o mujer en cualquier nación y si éstos están bajo la influencia de su espíritu, por supuesto podrán hablar hebreo, latín, griego, italiano, holandés, o cualquier otro idioma que el diablo quiera. No habléis con el don de lenguas sin entenderlo, o sin interpretación. No permitáis que se hable en lenguas a menos que se interprete, excepto con el consentimiento de aquel que preside; entonces él puede discernir o interpretar, o cualquier otro." (Smith, History of the Church, 4:579, 3:392)
Satanás ha demostrado que es un estratégico consumado y hábil imitador; las más deplorables de sus victorias se deben a su imitación del bien, y es por este medio que los de poco discernimiento han sido llevados cautivos. Nadie se engañe creyendo que un acto cualquiera, cuyo resultado inmediato parezca ser benéfico, por fuerza producirá el bien permanentemente. El profeta también enseñó: "El diablo puede aparecer como un ángel de luz." (Smith, History of the Church, 4:579, 3:392)

Satanás produce falsificaciones de la Expiación

Ya que la expiación de Jesucristo es una doctrina básica que afecta a todos los hijos de Dios a través de todas sus creaciones, Satanás ha trabajado a lo largo de los siglos para producir falsificaciones de la expiación. Apocalipsis 13 incluye varias de estas falsificaciones.
En este capítulo se hace referencia a dos reinos de animales de tierra, reyes o potencias mundiales (Apocalipsis 13:1 TJS). La primera bestia tiene "diez coronas" (Apocalipsis 13:1) en la cabeza, imitando a Jesucristo, que tiene "muchas coronas" en la cabeza y que es el "Rey de reyes y Señor de señores" (Apocalipsis 19:12, 16). Y el dragón le dio su poder, y su trono y “gran autoridad. " (Apocalipsis 13:2), imitando el poder y la autoridad de Jesucristo. La bestia fue "herida de muerte, pero su herida mortal fue curada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia." (Apocalipsis 13:3). Esto imita a Jesús, quien fue herido y murió en el gran sacrificio expiatorio, y así como el mundo se maravilló en pos de la bestia, muchos de los habitantes de la tierra se maravillarán en Jesucristo. El arma que hirió de muerte a la bestia no era más que una espada (Apocalipsis 13:14), que recuerda la lanza que atravesó el costado de Jesús mientras él estaba en la cruz. Así como la bestia "no vivía", después que fue herida de muerte y posteriormente volvio a vivir (Apocalipsis 13:14), Así vivió Jesús de nuevo después de su sacrificio. El mundo " Y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia " (Apocalipsis 13:4), al igual que nosotros adoramos al Padre y al Hijo. Esta primera bestia es la"bestia escarlata" (Apocalipsis 17:3; cuenta también que el dragón, o Satanás, es un "gran dragón escarlata", Apocalipsis. 12:3, 9), imitando la sangre expiatoria de Jesús y sus vestiduras rojas en su Segunda Venida. La mujer que se sienta sobre la primera bestia tiene "en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación;" (Apocalipsis 17:4), una falsificación de la amarga copa que Jesús bebió durante Getsemaní (Mat. 26:39, 3 Ne 11:11, D & C 19:18)..
¿Cómo nosotros, como discípulos de Cristo, podemos discernir estas falsificaciones? Juan proporciona una serie de pistas. En primer lugar, esta bestia está estrechamente vinculada a la blasfemia, "el nombre de blasfemia" está en la cabeza, y él habla blasfemias contra Dios y contra los que moran en el Cielo (Apocalipsis 13:1, 5-6). En segundo lugar, es un belicista y hace guerra contra los santos (Apocalipsis 13:4, 7). En tercer lugar, su poder es de corta duración (Apocalipsis 13:5), sobre todo en comparación con el poder eterno e infinito de Dios.
El libro de Apocalipsis también habla de un segundo ser viviente, que imita a Jesucristo y su expiación. Se trata de alguien que subía "de la tierra" (Apocalipsis 13:11), a imitación de Jesucristo, que vino de la tierra en su resurrección, sino que tiene "dos cuernos como de cordero" (Apocalipsis 13:11), imitando a Jesús, el Cordero de Dios, que se entregó en sacrificio (Rev. 5:6, 12).Esta bestia "ejerce todo el poder ..."-más poder, de hecho, que la primera bestia (Ap. 13:12), en un intento de imitar el poder infinito y eterno de Cristo. Esta segunda bestia también "hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia" (Apocalipsis 13:12), imitando el deseo de Cristo de que todos adoramos al Padre. La bestia "hace grandes maravillas" (Apocalipsis 13:13), imitando poderes y milagros de Cristo. Uno de sus milagros es hacer "descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres" (Apocalipsis 13:13), imitando el control de Dios sobre el fuego (Génesis 19:24; Ex 13:21; 19:18 ; Dan 3:25) y todos los elementos de la tierra.
La segunda bestia tiene "poder de dar vida" (Apocalipsis 13:15), imitando el poder de Cristo para dar vida. La segunda bestia hace que la gente "se pusiese una marca en la mano derecha o en sus frentes" (Apocalipsis 13:16, 14: 9, 17:5). Esta práctica es una falsificación de uso de los Santos de la mano derecha mientras que hace convenios con Dios, también imita el sellamiento de los siervos de Dios "en sus frentes" (Apocalipsis 7:3; 9:4; 14:1; 19:12 , 20:4, 22:4). El número de la bestia, 666, imita el número siete, que se asocia con la perfección y culminación.
Otros falsificaciones han ocurrido históricamente, tales como cuando Satanás se le pida a la gente de la época de Abraham a tomar "para sí la ropa de los niños, y la sangre de la aspersión, y [decir] que la sangre del justo Abel fue derramada por los pecados" (TJS Génesis 17:6-7) . Tanto la sangre del esparcimiento y la idea de que la sangre de Abel fue derramada por los pecados son enseñanzas corruptas, inspiradas por el diablo. Los falsos profetas que usan "vestidos de ovejas" también están imitando a Jesucristo, que es el Cordero de Dios. Jesús advirtió: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces" (Mateo 7:15).
Ordenanzas falsas y creencias religiosas acerca de Dios el Padre, su Hijo, Jesucristo, y el Espíritu Santo son las falsificaciones a las verdades reveladas. Las falsas ordenanzas y credos pretenden dar a la gente acceso a las bendiciones de la expiación, sino que proporcionan una falsa sensación de seguridad y por lo tanto se mantienen lejos de la verdad.
¿Cómo podemos evitar los engaños de Satanás y sus falsificaciones? El rey Benjamín enseñó que no hay otros medios, sin otras condiciones, no hay otros nombres, y no hay otro camino por el cual podemos obtener la salvación si no es a través del nombre de Jesucristo y la expiación:
"os digo que si habéis llegado al conocimiento de la bondad de Dios, y de su incomparable poder, y su sabiduría, su paciencia y su longanimidad para con los hijos de los hombres; y también la expiación que ha sido preparada desde la fundación del mundo, a fin de que por ese medio llegara la salvación a aquel que pusiera su confianza en el Señor y fuera diligente en guardar sus mandamientos, y perseverara en la fe hasta el fin de su vida, quiero decir la vida del cuerpo mortal. Y éste es el medio por el cual viene la salvación. Y no hay otra salvación aparte de ésta de que se ha hablado; ni hay tampoco otras condiciones según las cuales el hombre pueda ser salvo, sino por las que os he dicho." (Mosíah 4:6-8).
Además, "no se dará otro nombre, ni otra senda ni medio, por el cual la salvación llegue a los hijos de los hombres, sino en el nombre de Cristo, el Señor Omnipotente, y por medio de ese nombre." (Mosíah 3:17, Mosíah 4:08 ; 05:08; Hel 5:09).. Por lo tanto, la conclusión es de que la única forma en que uno puede discernir y resistir las falsificaciones de Satanás es por la fe y la obediencia a nuestro Salvador, Jesucristo.


Por: Fernando Illanes ®