lunes, 28 de noviembre de 2011

MADRE CELESTIAL: ¿Puede alguien ser Padre sin la ayuda de una mujer?

Ayudándonos  con el sentido común y descartando el escepticismo, nuestro razonamiento puede ser generosamente bendecido con la revelación de los cielos para conocer un poco más sobre la realidad de una bella Madre Celestial. Con la invalorable ayuda de un hermano en Italia llamado Massimo que de él recibí la ayuda sobre las palabras de hebreo antiguo el cual es el idioma original de la biblia para ayudar a explicar lo que expondré.
Considero que el profeta José Smith tenía razón al argumentar que a causa del interminable e inigualable amor que tiene nuestro amoroso Padre Celestial por Su bella celestial esposa, es que Él ha decidido no darnos más información sobre ella de la que ya le reveló al profeta José Smith para transmitírnosla a nosotros sobre una madre en los cielos. Es obvio suponer que en incontables repeticiones el hombre ofendería o tomaría por poco el titulo y nombre de su Madre Celestial, lo tomaría en vanos juramentos, en chistes, en fábulas, especulaciones, etc. --como incluso lo hacen con el Padre Celestial-- y todo esto llevaría a un sacrilegio tan doloroso para  el Dios que tiene por esposo y que La ama tanto ya que Ella fue y es el corazón que da vida a Su posición exaltada. El Padre la ama tanto pero tanto que Él no desea que ni la más mínima ofensa la mencione, y con toda la reverencia y humildad testifico que el Padre Celestial es un hombre (exaltado) muy enamorado de Su esposa.
No existe en las escrituras afirmaciones concretas sobre la existencia de nuestra Madre Celestial quizá por el perjudicial extravío de verdades preciosas en los originales escritos sagrados por propósitos diabólicos como por negligencias carnales. Como también no existe por el argumento ya anteriormente expuesto sobre que nuestro Padre Celestial prefirió guardar como un tesoro Suyo que no quiere que se lo contaminen. Pero Obviamente el Padre Celestial quiso dejarnos la seguridad de la existencia de Ella por medio del constante estudio y meditación de las escrituras para encontrar algunas pistas escondidas para los ojos del hombre natural.
Podríamos comenzar en el libro de Génesis:
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Génesis 1:27)
          

Si Dios hizo varón y hembra, entonces ¿A semejanza o imagen de quién es la mujer o hembra que hizo?  Muchos podrán decir que esto es figurativo, pero sin embargo no hay con que demostrar que esto es figurativo pienso que realmente y obviamente significa que la mujer es imagen y semejanza de nuestra Madre Celestial.
“Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán el día en que fueron creados.” (Génesis 5:2)
Para entender mejor este versículo es necesario analizar el significado del nombre de Adán, sabemos que significa “muchos” y este significado bien claramente se refiere a los dos o sea a Adán y Eva y por lo tanto el Señor nos revela un símbolo en este nombre, el cual a mí gustaría relacionarlo con “Familia” o la unión del hombre y la mujer porque claramente dice “y llamó el nombre de ellos Adán” y en “ellos” vemos que está incluida Eva y es por eso que no habría inconveniente doctrinal relacionarlo con la familia o la más sagrada unidad decretada por Dios mismo, al título-nombre de Adán. Ahora esto nos ayudará a entender mejor el título-nombre de Elohim.
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1)
El idioma original de las santas escrituras es el hebreo, y este versículo en hebreo nos dice que la palabra original para la palabra Dios en el primer versículo del Génesis es Elohim que es en realidad la conjugación de palabras hebreas para dar un significado sagrado y así es que se convierte en título-nombre. Elohim vendría de la combinación de El-oah-heem. “El” significa Dios y “heem” es la pluralidad de una palabra, entonces correctamente significaría “los Dioses”. Ahora el término “oah” que está al medio, en el hebreo se utiliza para hacer la palabra en sentido generalizado o sea tanto masculino como femenino por ejemplo cuando se dice “el hombre llegó a la luna” obviamente entendemos que habla en sentido generalizado o sea toda la humanidad, así como también “em” sirve para darle sentido masculino de manera singular como por ejemplo “el hombre que está en la esquina”.
Permítame expresar mi opinión personal acerca de esto, creo por mi propia convicción que el nombre de Elohim significa lo que dijo José Smith que significaba “los Dioses” siendo el Padre la cabeza de los Dioses, y ayudándonos de su completa etimología hebrea significa también “El Dios” generalizando en un solo título lo que es Él como el resultado de la unión de Un Dios y Una Diosa ya que en la palabra hebrea Elohim tiene una connotación femenina también y esto nos dice entonces que Elohim también significaría “Matrimonio Eterno” como también “Familiay sabemos muy bien que el grado más alto del Reino Celestial exige matrimonio eterno  hecho en un santo templo del Señor
como requisito para vivir ahí con el mismo status del Padre y la Madre Celestial y vivir con nuestras familias de la vida terrenal y también con la progenie eterna que se permitiría tener.
“Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón.” (1 Corintios 11:11)
El verdadero significado de esta escritura lo encontraremos si es que entendemos muy bien las palabras “en el”. Fíjese como cambiaría el significado de la escritura si cambiamos ese “en el” por “para el” léala varias veces la escritura con “en el” y también con “para el” y verá mejor el significado real de la escritura. Al decir en “en el” obviamente se refiere a un lugar, así que Pablo nos está diciendo que donde está el Padre y el Hijo ninguna mujer puede vivir ahí sin un esposo y ningún varón sin su esposa.
Vemos entonces que Elohim simboliza una familia, así como Adán lo mismo y efectivamente nosotros tenemos un Padre y hay un Hijo que es nuestro hermano, entonces ¿por qué debería sorprender que una Madre esté incluida en esta familia?
“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra” (Efesios 3:14-15)
Creo que no hay algo más claro que esta escritura ya que cita claramente “familia en los cielos” y yo sé que un padre soltero puede llamársele familia, pero seamos realistas y razonables ¿nuestro Padre Celestial sería un padre soltero que nos daría el mandamiento de dejar padre y madre para unirnos en matrimonio con una mujer y llegar a ser una sola carne? Y por favor piénselo bien ¿qué sentido tendría mandar algo así para llegar a ser alguien solo en la siguiente vida? ¿Con qué ejemplo nos mandaría Dios a tomar una esposa si Él fuera soltero? Quizá la única excusa que pondría el mundo sectario es que la biblia no habla que Jesús estuviese casado, sin embargo creo que Jesús si se casó en su primera venida y en el siguiente capítulo expondré mi opinión personal con mis fundamentos del porque pienso que Jesús si se casó aquí en la tierra.
Si Dios es amor como muchas escrituras lo citan y lo dan a entender perfectamente, y no tenemos duda alguna en pensar que Dios conoce todas las dimensiones del sentimiento amor, ¿acaso podríamos tener la débil percepción de que Dios no conoce ni vive el amor que un esposo siente por su amada?
Considero que Adán nos enseño de nuestra Madre Celestial cuando él da testimonio de su matrimonio con Eva al decir:
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una sola carne.” (Génesis 2:24) Sabemos que el Padre de Adán era Dios el Padre, entonces si no hubiera una Madre Celestial ¿por qué Adán diría dejar madre si él no tuviera? Así que cuando hablemos de Dios como nuestro amoroso Padre Celestial, para poder conocerlo mejor preguntémonos  ¿Puede alguien ser padre sin la ayuda de una mujer?
“¿Hay en los cielos padres solos? Clara la verdad está; la verdad eterna muestra: madre hay también allá.” (“Oh mi Padre” Himno #187 Himnos de Sión)

por Fernando Illanes ©

martes, 22 de noviembre de 2011

¿Hubo alguna vez un padre que no haya sido hijo?

En el evangelio de Juan en el capítulo 5 nos relata el milagro que el Maestro Jesús efectúa a favor de un paralitico en un estanque de aguas llamado Betesda aparentemente milagroso para curar enfermedades y esta creencia se originó debido a que su uso inicialmente era para lavar ovejas antes de sacrificarlas en el templo de Salomón. Este uso dio a sus aguas un halo de santidad y muchos inválidos llegaban a ellas para intentar conseguir su curación que por el registro bíblico se sabe que un ángel descendía de tiempo en tiempo a agitar el agua y que en ese preciso momento se convertían en sanadoras.

Jesús sana a este paralitico justo en un día de reposo y esto molestó a los funcionarios y legisladores judíos y estos van a enfrentarlo al gran maestro

y este no solo les hará notar su equivocado concepto acerca del día de reposo, sino que también les da el sermón más comprensivo de las escrituras sobre la trascendental  relación que existe entre el Padre Celestial y Su hijo Jesucristo. Comienza respondiendo que tanto su padre como él trabajan siempre:
“Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.” (Juan 5:17)
Ese “hasta ahora trabaja” encierra un gran tesoro doctrinal que casi pasa por desapercibido, analicemos que significa ese “hasta ahora trabaja” con los siguientes versículos.
Leamos lo siguiente:
Respondió entonces Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, esto también lo hace el Hijo de igual manera.
Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que éstas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
Porque como el Padre levanta a los muertos y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.(Juan 5:19-21)
El Señor continua diciéndoles que él no era un hijo autoritario y que no obraba independientemente a la voluntad de su padre y que de hecho no podía hacer cosa alguna que no concordara con la voluntad de Él y de lo que le había visto hacer, por tanto el amor del Padre se expresaba de una manera vívida ante los ojos de Jesucristo ya que Él le mostró Sus obras que Él una vez cumplió. ¿Es esto acaso algo sin sentido? ¿Acaso es algo no creíble pensar que Dios El Padre instruyó a Su hijo amado Jesucristo como realizar y cumplir la expiación? Sabemos que la expiación es infinita o sea que no tiene principio ni fin, entonces sí pensamos que solo Jesucristo fue el único que hizo la expiación, sería lógico y justo decir que él fue el primer y último expiador y eso nos llevaría a decir que la expiación tendría un principio y un fin y por ende no sería infinita.
La expiación es infinita sin principio ni fin, no comenzó con Jesucristo ni terminó con él. Hubo antes de él infinitos expiadores como también hay simultáneamente infinitos expiadores en este momento y habrá infinitos expiadores después de él pero solo es a él a quien nos debemos y todo esto porque nunca hubo ni habrá alguna vez un padre que no haya sido hijo y es entonces a esto que se refiere con “hasta ahora trabaja” ya que en una eternidad pasada el Padre era un Hijo que se encargó de la salvación de Sus hermanos tal como hoy lo hace Jesucristo por nosotros, y así como Jesucristo amorosamente sigue la voluntad y el orden del Padre Celestial establecido para el Plan de Salvación, así el Padre Celestial también lo hizo con Su Padre Celestial y este con el Suyo y este con el Suyo y así podemos ir eternamente hacia atrás hasta donde nuestra mente se pierda y aún así nunca encontraríamos el origen puesto que nunca hubo un principio.
El presidente Joseph F. Smith cita las palabras del profeta José Smith dichas en el funeral de King Follet:
“¿Qué significa esto? Heredar el mismo poder, la misma gloria y la misma exaltación hasta llegar al estado de un Dios y ascender al trono de poder eterno, así como los que han ido antes. ¿Qué hiciste tú, Jesús? Hice aquellas cosas que vi hacer a mi Padre cuando tuvieron su existencia los mundos. Mi Padre labró su reino con temor y temblor, y yo debo hacer lo mismo; y cuando gane mi reino, lo presentaré a mi Padre, a fin de que El pueda tener reino sobre reino y así aumentará en gloria. Entonces tendrá una exaltación mayor, y yo tomaré su lugar y así también lograré la exaltación. De modo que Jesús sigue los pasos de su Padre y hereda lo que Dios hizo antes.” (Enseñanzas del Profeta José Smith pag. 78 Funeral de King Follet)
Es muy importante reconocer y resaltar los dos verbos que nos ayudará a entender muchísimo mejor la lectura de Juan 5:19-21: Ver y Mostrar.
Jesucristo efectuó la expiación que se le dice infinita también por su antigüedad, ya que es el mismo acto solemne que ha salvado en infinitas ocasiones a infinitas familias celestiales. Realizó el mismo sacrificio vicario para infinitos beneficiarios, que en un tiempo pasado nuestro amoroso Padre Celestial realizó también y este sacrificio al ser de procedimiento vicario inevitablemente expande su naturaleza familiar haciendo "volver el corazón del Padre al Hijo, y el corazón del Hijo al Padre" significando que el Padre Celestial en su corazón entero tenía a Su hijo amado al saber Él en carne propia lo que Su hijo vivía en Getsemaní y en el Calvario, y el corazón del Hijo se volvió al Padre Celestial porque solo él entendía en carne propia lo que el Padre Celestial sufrió y pagó por la salvación de su familia Celestial.
porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo de igual manera. Porque como el Padre levanta a los muertos y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida”
(Juan 5:19-21)

por Fernando Illanes ©


jueves, 17 de noviembre de 2011

LA DIFERENCIA ENTRE KORIHOR Y PEDRO

Se nos ha testificado que Dios es un Dios de orden y no de confusión (DyC132:8) y que Dios no tiene la sabiduría limitada como el hombre y que por eso nunca se arrepiente de lo que dice o hace (Num. 23:19). No obstante el Señor en algunas ocasiones cambió por la dirección opuesta a un mandamiento dado por Él mismo.
Jesús ordenó a los Apóstoles no enseñar el evangelio a los Gentiles (Mateo 10:5-6). Él mismo afirmó este principio al negar su intervención divina por un momento a favor de una mujer Cananea (Mateo 15:24). Entonces ¿por qué Dios pidió a Pedro ir a predicar el evangelio al centurión Cornelio que era un Gentil?
Se nos dice que este varón llamado Cornelio creyó en el Dios de los judíos y oró a Él. A causa de su gran fe, "un ángel de Dios" vino a él en una visión y lo instruyó para más adelante cómo recibir la salvación. (Hechos 10:1-4) Vemos entonces que es un error creer que las visiones se acabaron con la muerte del Salvador.
El propio Jesús fue quién les dijo a sus discípulos que no fueran a los Gentiles, y Pedro era sumamente obediente a su Maestro. Así que para el Señor se presentaba el siguiente problema ¿cómo convencerle a Pedro de hacer lo contrario a lo que Él mismo (Jesús) le había ordenado antes?, porque el mandato de ir a predicar a todas las naciones de la tierra era comprendido a todas las naciones que no eran de la tribu de Judá pero que si eran de la casa de Israel y no a las naciones paganas e idolatras, ese era el mandato que los Apóstoles tenían en su corazón que debían cumplir.
El Señor arreglaría esta situación a través de la ley de Moisés, los judíos habían recibido una ley estricta de Dios de las carnes que participarían como alimento de ellos. Ahora el Señor iba a usar esta misma ley para convencerle a Pedro de hacer algo que era inconcebible permitir a los Gentiles tener la misma oportunidad para salvarse como las personas elegidas de Dios la tenían.
En Hechos 10:11-15 el Señor mostró a Pedro en una visión un lienzo que contenía todas las clases de carne que se prohibió bajo la ley de Moisés, y El Señor le ordenó a Pedro que comiera. Siendo un fiel devoto de la ley de Moisés y sin comprender aun por completo todo lo que significó el sacrificio de Jesucristo, ya que este ponía fin a la ley mosaica, Pedro se negó a comer. En tres ocasiones el Señor le mostraría a Pedro esta visión utilizando otra vez el método que Jesucristo usaría para transmitirle a Pedro la importancia de obedecerle diciéndole tres veces como lo hizo poco tiempo atrás cuando le había preguntado tres veces a Pedro si él lo amaba y tres veces le ordenó que apacentara Sus ovejas (Juan 21:15-17). Finalmente el Señor le dijo: “Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú común.”

A Nefi le tocó lidiar también con la misma naturaleza confusa e incluso mucho más, ya que a él se le pidió que matara a un hombre llamado Labán (1 Nefi 4:10-11) y él nunca antes había matado a alguien y él era fiel cumplidor de la ley de Moisés igual.

Situación similar a la que vivió Moisés ya que el Señor le ordenó a Moisés que destruyera a cada Madianita incluyendo a las mujeres y a los niños (Números 31).

Abraham fue rescatado por orden del Señor de un altar para sacrificios humanos y le pidió que saliera de esa ciudad porque Él no aprobaba los sacrificios humanos. Pasaron muchos años y ya un anciano a Abraham se le prometió el hijo que tanto ansiaba, y el Señor se lo concedió. Pasaron aproximadamente casi 30 años después y se le ordenó a Abraham que matara a este hijo llamado Isaac como un sacrificio por este mismo hijo prometido y Abraham entendió con mucho dolor que este mandato provenía del Señor y que por lo tanto debería obedecer a pesar de saber que años atrás el Señor le mandó a no realizar ni ser parte nunca de un sacrificio humano.

Como también podríamos mencionar que el gran profeta Elías degolló a 450 sacerdotes de Baal como castigo por haber desviado a toda la ciudad.

En cada caso, estos grandes hombres hicieron como Dios los ordenó, sin dudarlo y sin cuestionar. Pedro estaba en una de estas situaciones en la que parece ver una notable contradicción y lo que le hace a Pedro tan grande es que él estaba deseoso de aceptar cualquier orden que el Señor le dijera, sin tener en cuenta sus propias ideas.
Sea quien sea de los ejemplos mencionados cualquiera de ellos en el momento pudo preguntarse si es que Dios pediría a alguien hacer algo que viole Su propia ley después de que Él mismo la haya entregado, pero no lo hicieron nunca tuvieron la duda de que si la orden venía de Dios o del Diablo. Por el ambiente y época Pedro pudo pensar que sería contaminar el evangelio si se les predicaba el evangelio a los gentiles. Moisés, Elías y Nefi pudieron pensar que era Satanás quien les inducía ir en contra del “No matarás” de la ley de Moisés.
Estos grandes hombres conocían con seguridad de donde venía la orden, sabían que el gran Señor era quien la daba y actuaron bajo el código del cual todos los profetas de Dios se rigieron y transmitieron, el cual José Smith lo enseñó “Cuando Dios habla el hombre solo debe obedecer” (Enseñanzas del profeta José Smith pág. 52).
El dilema cual representó cada situación de los ejemplos mencionados, es digno de ganarse toda la atención posible quizá algún día el Señor nos inspire y nos revele que actuemos escapando de lo ya establecido como norma o mandamiento y que por nuestra falta de armonía con el Señor equivocadamente juzguemos que dicha revelación no es del Señor.
Como también por falta de armonía con el Señor y por ende ausencia de la compañía del Espíritu Santo Satanás logre engañarnos y nos dé mandamientos que creamos que viene de los cielos como le ocurrió a Korihor, un hombre que se esforzaba por ser un buen creyente y siervo de Dios. Pero algo pasó con Korihor que paulatinamente fue perdiendo la armonía con los cielos y el Espíritu Santo no pudo acompañarlo obviamente por actos contrarios a la voluntad del Señor y así fue engañado por Satanás al presentarse este como un ángel de luz enviado por el Señor indicándole que el pueblo Nefita se había perdido en la adoración de un Dios que no existía y que por lo tanto debería ir a ellos a amonestarlos para que dejen de adorar al Cristo prometido. Korihor a pesar de sentir que era contrario a lo correcto lo que este ángel decía, optó por creerle pensando que haría el bien. Pero el espíritu de Korihor fue corrompiéndose por el hecho que al escuchar la defensa de la verdad por parte de Ammón el Sumo Sacerdote y su pueblo y Alma y el juez superior no quiso aceptar su error a tiempo y prefirió continuar en su aseveración errónea antes que en público aceptar su error.         
                    

Al ver el desenlace de Korihor nos indica que lo más probable que pasara para que Korihor perdiera la compañía del Espíritu Santo fuera su orgullo, a causa de ello Korihor fue destruido por el Señor por su maldad. (Alma cap.30)

No obstante nada de esto le hubiera pasado a Korihor si este hubiera estado en la armonía espiritual en la que se encontraban Moisés, Elías, Nefi y Pedro con los cielos. Esta armonía solo se la logra con mucha oración y ayuno y el constante estudio, meditación y aplicación de las escrituras.
El Señor no nos dejará solo ante la confusión en la que Satanás nos quiera meter, no obstante el Señor de una manera muy medida nos susurrará a nuestro corazón la interpretación correcta a cualquier confusión nuestra a diferencia que Satanás nos gritará a nuestros sentidos físicos y a nuestra propia prudencia.


por Fernando Illanes ©

lunes, 24 de octubre de 2011

El papel de La Caída en el Plan de Salvación.


Una frase que me gusta mucho para hablar de La Caída es una cita de Albert Einstein "Dios nunca improvisa, porque de hacerlo entonces Él no es el Todopoderoso del que las religiones hablan". Creer que La Caída de Adán y Eva no estaba en el Plan de Salvación y que fue un acto de desobediencia que lo llevó a Dios a expulsarlos del Edén queriendo Él que el jardín sea el eterno hogar de Adán y Eva, es creer que a Él le tomó de sorpresa dicha circunstancia y que la misión de Jesucristo recién se la pensó a raíz de La Caída que se dio lugar en este mundo. Bien dicen las escrituras que Jesucristo es el cordero de Dios inmolado desde antes de la fundación del mundo y escogido para la misión redentora por el Padre antes de la creación del mismo Edén. (Apocalipsis 13:8 ; 1 Pedro 1:19-20) Ahora si la misión redentora de Jesucristo llamada Expiación que fue para contrarrestar los efectos de La Caída se la comisionó antes de este mundo por ende antes de La Caída, es de completa claridad entender que La Caída no llevó a Dios a improvisar puesto que La Expiación ya estaba planeada desde antes de la creación de este mundo y muy independiente a esto está el hecho que Dios el Padre es todo lo infinitamente poderoso y sabio que decimos todas las religiones que es y por lo tanto La Caída estaba premeditada para que de curso al mayor hecho o evento más importante de la historia de la humanidad La Expiación.

Ahora de no haber sido planeada La Caída veamos el proceder del Padre para evitar tal "error".

El Padre colocó en el Jardín de Edén el degenerante fruto que contenía las semillas de la muerte las cuales introducirían en el cuerpo de Adán y Eva aquellos ingredientes necesarios que científicamente propiciarían la Caída. Este fue llamado el fruto de “el conocimiento del bien y del mal.” Dios colocó el árbol que produjo el fruto que conduciría inmediatamente a La Caída nada más ni nada menos que en el centro, en el corazón del jardín donde tendría un lugar de prominencia y que lo haría fácilmente accesible (Abraham 5:9 ; Génesis 2:9) y si realmente no quería que participarán de él, entonces lo hubiera escondido o ponerle querubines como guardias.

A esto se suma que el Señor colocó una prohibición sobre este fruto. Nótese la extraña manera en la cual esta prohibición fue declarada: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás. No obstante, podrás escoger según tu voluntad, porque te es concedido; pero recuerda que yo lo prohíbo, porque el día en que de él comieres, de cierto morirás." (Moisés 3:17) Podemos apreciar que lo que el Padre estaba diciendo era así en otras palabras: “Pueden comer de este fruto si lo desean, incluso si yo lo prohíbo, y yo deseo que ustedes decidan por si mismos si comerán de él o no.” Nunca más los cielos dieron un mandamiento en el cual se acompañe el permiso del Padre de escoger si cumplirlo o no. Todos los mandamientos a pesar de que tengamos nuestro albedrío, siempre Dios ha sido claro de que no es no.

Al ver entonces la actitud del Padre podemos detectar fácilmente el deseo de que participen del fruto, ahora esto inevitablemente nos conduce a 3 preguntas importantes:

¿Para qué quería que participen del fruto? Respuesta.- El fruto contenía el conocimiento del bien y del mal, el entendimiento claro para saber que es bueno y que es malo (Moisés 3:16-17) y en este nuevo estado entendían mejor las cosas inclusive el procrear (Moisés 5:11) y al hacerlo entonces el Plan de Salvación sigue su curso, que los hijos del Padre vengan a la tierra a poseer un cuerpo de carne y huesos y progresar escogiendo el bien antes que el mal. (2 Nefi 2:19-20) Así que de no haber participado del fruto ellos no podrían tener descendencia y por lo tanto nos quedaríamos estancados en nuestro hogar celestial sin la oportunidad de venir a esta tierra a tener un cuerpo de carne y huesos y progresar, y eso si sería el fracaso del Plan de Salvación.

¿Si Dios quería que participarán del fruto entonces por qué lo prohibió?
Respuesta.- El Padre sabía que antes de que hubiéramos terminado nuestro trabajo en la mortalidad muchos cambiaríamos nuestros gritos de gozo de cuando nos enteramos del Plan de Salvación por alaridos de lamentación.

Por lo tanto, fue por esta razón que Él deseó que Adán y Eva -como nuestros representantes- fueran los que realmente provocaran la Caída por su propia iniciativa y no dar motivo para que después nosotros dijéramos que la Caída fue culpa del Padre, y no nuestra. ¿Qué hubiera pasado si Dios les decía que participen del fruto para conocer el bien y el mal, en vez de prohibirlo? la historía sería diferente creo que el diálogo entre Satanás y Eva sería algo mas o menos así:


Satanás: ¿Por qué miras ese fruto poco deseable y amargo? ni siquiera deberías mirarlo.
Eva: El Padre dijo que participemos de él  para que conozcamos el bien y el mal y podamos tener descendencia.
Satanás: ¿Con que eso te dijo eh? si participas de este fruto de cierto morirás y eso es lo que Él quiere para que no seais como Él. No lo hagas y ve a Adán y adviertele lo mismo para que no participe de Él.
Eva: Bueno entonces eso haré y no participaremos del fruto.

Y así no hubieran conocido ni el bien ni el mal y así no hubieran progresado porque el progreso de los hijos de Dios consiste en elegir el bien antes que el mal, o ¿Cómo podría premiar Dios al hombre por escoger lo bueno o condenar por escoger lo malo, si este es como un robot que escoge al azar puesto que no sabe que es lo bueno y que es lo malo?
Tampoco hubieran podido tener hijos puesto que ellos eran inocentes como dicen la escrituras puesto que estaban desnudos y no se avergonzaban y recordemos que ellos ya eran esposos. Es como cuando vemos a las niñitas de 3 a 8 años jugando a ser mamá sin saber como se llega a serlo.

Parece claro en los subsecuentes eventos que Adán y Eva no tenían idea de cómo el Padre iba a efectuar la Caída. Ellos aparentemente sabían que esta iba a ocurrir pero sin duda pensaban que el Padre la efectuaría
a Su propia manera cuando fuera el tiempo indicado. Es muy claro que Adán y Eva no sabían que ellos iban a precipitar la Caída.

El problema del Padre era aun más complicado dado el hecho de que Él no sólo pretendía que Adán y Eva iniciaran la Caída sino que lo hicieran de manera independiente a Su voluntad expresa. La única manera de asegurar esa independencia era hacer que Adán y Eva iniciaran la Caída a través de un acto que estuviera en oposición a la voluntad expresa del Padre.

Aquí entonces esta la razón para el fruto “prohibido”. Era la clave de la Caída. Colocando una prohibición sobre este el Padre estaba asegurando que al participar ellos del fruto estarían actuando por su propia iniciativa.

El siguiente problema era hacer participar a Adán y Eva del fruto a través del ejercicio de su propia voluntad en oposición a la voluntad expresa del Padre. Esto no era algo tan sencillo como parece. Se debe mantener en mente que Adán y Eva no tenían deseo de ejercer su voluntad en oposición a la del Padre. Ellos no tenían astucia ni ambiciones secretas. De hecho, en esta etapa de su existencia eran “inocentes.” Su relación con el Padre era una de fe implícita. Ellos eran como niños que confiaban cada una de sus necesidades al consejo, dirección y voluntad de la Deidad. Se debe apreciar, por tanto, que aquí estaba una delicada y desafiante maniobra, donde la Trinidad se comprometió a organizar las circunstancias de tal modo que este noble hombre y su mujer quienes fueron honrados en la preexistencia por su fidelidad y devoción expresaran su voluntad en oposición a la del Padre. En conclusión Dios prohibió el fruto que Él deseaba que participen para que el Plan siga marchando con éxito, porque así Él activaba la oposición y así eso les atraería a ellos a participar ya que como dice Lehi es necesario que haya una oposición en todas las cosas. Por eso es que el Padre extrañamente como en ningún otro mandamiento dice que no obstante que lo prohíbe le da a elegir si quiere obedecerle o no. (2 Nefi 2:15-16)

¿Entonces debo entender que Lucifer aportó al Plan de Salvación con su objetivo de instar a desobedecer? Técnicamente si, con la notable aseveración que él no lo hizo con ese objetivo sino que él intentaba destruir el plan de Dios (Moisés 4:6 ; 2 Nefi 2:17-18) cuando sin embargo lo único que hizo fue dar continuidad a lo planeado. Curiosamente el nombre Lucifer significa "Portador de luz" (ver "Satanás" en GEE) y él se encargó de conducir a Eva y Adán a participar del fruto que contenía la Luz de Cristo (Moroni 7:15-16) y todo esto porque él no conoce la mente de Dios. (Moisés 4:6)

Después de la Caída Adán y Eva todos pudimos venir a tener un cuerpo de carne y huesos y a progresar de
acuerdo a nuestras obras para poder acceder a la Gracia de Cristo pero también heredamos los efectos de La Caída que con La Expiación de Cristo las subsanamos y de hecho ganamos un mejor estado o sea el exaltado siempre y cuando luchemos por ello.

El siguiente gráfico ayudará a conocer lo positivo y negativo antes de La Caída y después de La Caída y también después de La Expiación:


Testifico que la mayor obra realizada en toda la historia humana y en el universo entero fue el sacrificio expiatorio de Jesucristo, sin dicho acontecimiento no tendría sentido la vida. Es la doctrina que da vida y alimenta a las demás. Es lo más importante de nuestras vidas conocer y entender lo máximo que podamos sobre La Expiación y si así lo hacemos entenderemos muy bien que este solemne hecho es a raíz de La Caída que sobrevino sobre toda La Creación de Dios. Estos son los 3 pilares sobre cual se sostiene el Plan de Salvación de Dios: La Creación, La Caída y La Expiación. Estos pilares fueron perfectamente planificados antes de la fundación de este mundo por lo tanto "Dios nunca improvisa".



Por: Fernando Illanes ©

viernes, 21 de octubre de 2011

¿Qué queremos decir cuando decimos que la IJSUD es la única iglesia verdadera?


Es una muy buena pregunta que leí el otro día en un grupo de la iglesia, siempre he pensado que algunos miembros (y espero que sean pocos) realmente no comprenden el completo significado profundo de lo que testifican cuando el domingo de ayuno y testimonio dicen que saben sin ninguna duda que la iglesia es la única verdadera sobre la faz de la tierra. Así que, ¿Qué realmente queremos decir los miembros de la iglesia cuando decimos que esta es la única iglesia verdadera?.
Que sea la única verdadera significa que es la única que tiene todas las llaves, ordenanzas, doctrinas y principios necesarios e indispensables para ganar la exaltación que es muy diferente a salvación. Puesto que como el profeta José Smith... dijo "todas las religiones tienen la verdad pero en fragmentos" (Enseñanzas del profeta José Smith) y no es suficiente para la exaltación más si para las glorias Terrestre y Telestial, que aún así siguen siendo Reinos. Un Testigo de Jehová, un Evangelista, un Católico, etc se salvará?? claro que si, de acuerdo a su esfuerzo y adoración a Dios cualquiera de ellos puede ganar sus ricas recompensas, pero llegar a obtener el status de la Deidad en el universo, solo se lo logra cuando uno(a) se ha sellado en el templo del Señor y ha vivido fiel a esos convenios únicos hasta lo último de su vida junto a su cónyuge eterno.

Por: Fernando Illanes ©

jueves, 20 de octubre de 2011

Discurso: El amor de Jesucristo

Una revista famosa y muy conocida es “Selecciones” y en un artículo de Febrero del año pasado se hizo una encuesta a mil personas, en la cual se les hizo 2 preguntas. Una decía “¿Qué concepto único tiene usted para el amor?”. En base a las coincidencias que se dieron en la mayoría de las respuestas a esta pregunta, se formó entonces el siguiente concepto; “El amor es un sentimiento que tiene el poder de conquistar todo, principalmente el egoísmo y sus ramificaciones, es por eso que el que ama da todo de sí y está dispuesto a dar inclusive su vida por quien ama.”
La segunda pregunta fue; “¿Cuál es la historia de amor más bella para usted?”. La historia en la que más coincidieron los encuestados fue Romeo y Julieta seguida por otras historias literarias como cinematográficas. Yo no fui encuestado pero al leer el artículo mi respuesta inmediatamente dominó mi mente con dos escrituras;

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (JUAN 3:16)

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” (JUAN 15:13)


Desde que escuchó en el consejo pre terrenal que se necesitaría un salvador, hasta que respiró su último aliento en el Calvario, el Salvador fue impulsado por un inquebrantable amor, "y en su amor y en su clemencia los redimió" (D & C 133:53)

A Nefi se le dio un claro conocimiento de los abusos en contra del Salvador por un insensible y malagradecido mundo:

"Y el mundo, a causa de su iniquidad, lo juzgará como cosa de ningún valor; por tanto, lo azotan, y él lo soporta; lo hieren y él lo soporta. Sí, escupen sobre él, y él lo soporta, por motivo de su amorosa bondad y su longanimidad para con los hijos de los hombres." (1 Nefi 19:9).

No había segundas intenciones u objetivos personales ocultos en el Salvador, sólo el amor, libremente y sin restricciones lo daba.

Pedro resume su vida en esta sencilla pero expresiva frase:

“anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo" (Hechos 10:38).

Contemplemos por un instante el amor de una madre para con su hijo recién nacido. Supongamos ahora que el niño fuera arrebatado de los brazos de su madre. A pesar de que la madre llegue a vivir un centenar de años más, es imposible que ella olvide que el cielo le envió un hijo para que lo ame y lo cuide como así misma ya que ese hijo es sangre de su sangre. Algunos recuerdos nunca se borran, algunos sentimientos nunca se olvidan; y es que la maternidad y la paternidad, traspasan la muerte para continuar en la eternidad de la siguiente vida a esta. Sabiendo todo esto, el Señor nos pregunta:

"¿puede una mujer olvidar a su niño de pecho al grado de no compadecerse del hijo de sus entrañas?” (21:15 Nefi 1).

Entonces el Señor testifica de su amor infinito por nosotros:

"Pues aún cuando ella se olvidare, yo nunca me olvidaré de ti” (1 Nefi 21:15).

Por el bien de nosotros el Señor quiere que se grabe en nuestro corazón su infinito amor por nosotros recordándonos otro grabado:

"Pues he aquí, te tengo grabada en las palmas de mis manos; tus muros están siempre delante de mí." (1 Nefi 21:16).

Las heridas en sus manos son su testimonio, su tangible e innegable prueba de su sacrificio y su amor por cada uno de sus hermanitos menores, nosotros.

Supongamos que podemos hacer retroceder las páginas de la historia hasta el meridiano de los tiempos. Supongamos que podemos estar en el Medio Oriente en esa noche a lado de Nefi cuando el Salvador le declaró: "… mañana vengo al mundo para mostrar al mundo que he de cumplir todas las cosas que he hecho declarar por boca de mis santos profetas." (3 Nefi 1:13). Supongamos que ahora estamos en la pequeña ciudad de Belén, estando de pie en ese establo de Belén, maravillándonos del nacimiento del Salvador y quizá sintiéndonos también incómodos por el ruido y el olor de las bestias. Después de hacer este ejercicio imaginario una pregunta profunda para hacernos sería ¿Quién de nosotros puede entender las profundidades del amor que sintió el Salvador que causó que esa noche intercambiara su divinidad y majestuosidad en los cielos, por la desapercibida vida e indiferencia de miles? Así pues, el Salvador, el omnipotente, el creador de mundos sin número, hizo su entrada en este mundo como un bebé indefenso.
Pero, ¿por qué? Por nosotros ¿pero por qué todo esto por nosotros? ¿Por qué ceder su poder y honor por ofensas, burlas, condenas injustas, calumnias, golpes y torturas y finalmente la crucifixión? Porque nos ama con el mayor amor de todos (JUAN 15:13)

El Salvador se refirió así mismo como:

"el que de tal manera amó al mundo que dio su propia vida, para que cuantos crean lleguen a ser hijos de Dios. Por tanto, eres mi hijo" (D & C 34:3)

Somos tan especiales y amados por nuestro Salvador que en el momento de Getsemaní él pensó individualmente por cada uno de nosotros. Sé sin ninguna duda que en Getsemaní de alguna manera que no comprendo él supo lo que Fernando Illanes todo lo que sufriría en dolores y debería pagar a la justicia, y así lo hizo por cada uno de nosotros. Él permitió derramar su sangre por cada poro como consecuencia de su deseo porque nosotros no tengamos que sufrir, por lo tanto ¿por qué no vamos a confiar en él que tanto nos ama y que tiene todo el poder en el universo?

Testifico que nadie en esta vida está tan íntimamente interesado en nuestros dolores y aflicciones de toda clase como lo está aquel que nos amó tanto como para dejar la divinidad y la gloria del cielo para venir aquí en las condiciones más sencillas y con un perfil bajo y terminar sufriendo y muriendo por el beneficio de todos nosotros. En el nombre de Jesucristo, AMEN.

Por: Fernando Illanes discurso pronunciado el domingo 20 de Diciembre del 2009 ©

Discurso: Sacerdocio, bendiciones tanto para hombres como para mujeres.

EL SACERDOCIO: DEBERES Y BENDICIONES PARA HOMBRES Y MUJERES

Por: Fernando Illanes discurso pronunciado el domingo 23 de Agosto del 2009



En esta mañana me siento muy pequeño como orador para el solemne tema que hablaré, pero también me siento muy valiente para hacerlo porque constantemente estaré orando en mi corazón para poder transmitir este mensaje como mi deber de sacerdote lo exige.



La sección 84 de Doctrina y Convenios, es una de las declaraciones más importantes jamás dada sobre el sacerdocio, dice:



"19 Y este sacerdocio mayor administra el evangelio y posee la llave de los misterios del reino, sí, la llave del conocimiento de Dios.

"20 Así que, en sus ordenanzas se manifiesta el poder de la divinidad.

"21 Y sin sus ordenanzas y la autoridad del sacerdocio, el poder de la divinidad no se manifiesta a los hombres en la carne”



La doctrina dice que el Sacerdocio es necesario para que Dios haga su obra. El sacerdocio es literalmente el poder de Dios, es la honra que Él ha ganado por los perfectos meritos que logró en eternidades pasadas. Ciertamente Dios era, es, y será siempre Perfecto. De hecho cuando vivíamos con Él en la vida anterior a esta –la vida pre-terrenal- nosotros lo admirábamos y queríamos progresar hasta alcanzar Su nivel, y Él como el Padre Amoroso que es, nos dio la oportunidad de venir a esta tierra para progresar y llegar a ser como Él.



En Alma Cáp.13 los primeros 9 versículos nos explican que el nivel al que progresamos en la vida pre-terrenal definió nuestra posición en esta vida. Quiero leerles sólo 2 versículos de los 9 primeros, les leeré el 3 y el 4:



“Y ésta es la manera conforme a la cual fueron ordenados, habiendo sido llamados y preparados desde la fundación del mundo de acuerdo con la presciencia de Dios (Presciencia= Esto significa que por el potencial que mostramos en la vida premortal, El Padre sabía de antemano quienes ayudarían para ministrar Su pueblo e Iglesia), por causa de su fe excepcional y buenas obras, habiéndoseles concedido primeramente escoger el bien o el mal (Aquí nos dice que en la vida preterrenal usamos nuestro albedrío de una manera que complació a Dios) ; por lo que, habiendo escogido el bien y ejercido una fe sumamente grande, son llamados con un santo llamamiento, sí, con ese santo llamamiento que, con una redención preparatoria y de conformidad con ella, se dispuso para tales seres (Esto significa que por el potencial que mostramos en la vida premortal, El Padre sabía de antemano quienes ayudarían para ministrar Su pueblo e Iglesia).

4 Y así, por motivo de su fe, han sido llamados a este santo llamamiento, (Esto significa que todo aquel que en la iglesia ministra se debe a que es una bendición que se ganó en la vida pre terrenal) mientras que otros rechazaban el Espíritu de Dios a causa de la dureza de sus corazones y la ceguedad de su mente, cuando de no haber sido por esto, hubieran podido tener tan grande privilegio como sus hermanos.” (Es claro entender que los que no progresaron y no actuaron bien en la vida preterrenal y que decidieron rechazar la responsabilidad del sacerdocio en la tierra, se privaron ellos mismo de tal bendición).



Esto El Señor quiso que se registrara en el Libro de Mormón para que tanto varones como mujeres recordemos cuan grandes espíritus fuimos en aquella vida pasada. Grandes y maravillosos hombres como Simón Bolívar, Martin Lutero, Ghandi, Martin Luther King, Juan Pablo II fueron grandes altruistas que vivieron en esta vida y sin embargo no poseyeron el sacerdocio y, ustedes, yo y todos los varones que poseyeron y posen y poseerán el sacerdocio en esta vida fuimos grandes hijos en la vida Pre terrenal. Recuérdenlo siempre y no desperdicien este don que se lo ganaron con buenas obras y una fe sumamente grande y excepcional.



¿Y qué con las mujeres?, las mujeres también progresaron en la vida pre terrenal y de hecho todas ganaron el hermoso privilegio de la maternidad, poder que solo es superado por el poder del Padre Celestial para crear vida. Pero también hay la diferencia de niveles de progreso pre terrenal, toda mujer Santos de los Últimos Días fue más obediente y leal al Señor que las que no pertenecen a Su iglesia, pueden darse cuenta que ninguna mujer Santos de los Últimos Días está sin ninguna compañía sacerdotal; algunas tienen a su esposo como sacerdote, otras a sus padres, otras a sus hermanos, otras a sus hijos, tíos, amigos, obispo, etc.



Por eso es que la mujer no tiene mayor ni menor porción de las bendiciones del Sacerdocio que el hombre, de hecho ningún hombre recibe la plenitud del sacerdocio sin una mujer a su lado, pues ninguno, dijo el profeta José Smith, puede obtener la plenitud del sacerdocio fuera del templo del Señor. Y ella está allí, a su lado, en ese sagrado lugar; ella tiene participación en todo cuanto él reciba. El hombre y la mujer reciben individualmente las ordenanzas comprendidas en la investidura, pero el hombre no puede ascender a las ordenanzas más altas--las del sellamiento--sin la mujer a su lado, de la misma manera, la mujer no puede sin el varón. Ningún hombre logra el estado exaltado del Padre a menos que sea por medio del inigualable don que es su esposa.

Hablamos mucho sobre autoridad y poder en el sacerdocio, porque son dos cosas distintas. Darle a alguien la autoridad es razonablemente sencillo: Alguien autorizado por Dios le impone las manos y se la confiere. Pero el poder es otra cosa aparte. El poder del sacerdocio depende de nuestra propia rectitud. El Señor dijo:



He aquí, muchos son los llamados, y pocos los escogidos.

¿Y por qué no son escogidos?

Porque a tal grado han puesto su corazón...

(ojo no dijo "su mente"; no dijo "su atención"; dijo "su corazón", y eso abarca todo)... en las cosas de este mundo, y aspiran tanto a los honores de los hombres, que no aprenden esta lección única: (No hay ningún otro lugar en las Escrituras en que el Señor hable sobre una "lección única". Ha de ser muy importante.) Y ésta es la lección: Que los derechos del sacerdocio están Inseparablemente unidos a los poderes del cielo, y que éstos no pueden ser gobernados sino conforme a los principios de Justicia (D. y C.121:34-36).




Para las mujeres es exactamente lo mismo, si no se gobiernan a si misma con los principios de rectitud, las bendiciones del sacerdocio que gana el esposo, o sus hijos varones, o hermanos o su padre, etc. No llegaran a ellas.



Una perfecta manera de honrar y respetar el sacerdocio es entendiendo que funciona sólo con la voluntad del Padre y no con la nuestra. Para ilustrar mejor esta afirmación permítanme relatarles una experiencia personal de gran aprendizaje para mí por el resto de mi vida, concerniente a la efectividad del sacerdocio si éste va con la voluntad de Dios; En la segunda mañana del velorio de mi padre, llegó mi tío Julio, hermano menor a quien mi padre cuidó mucho, yo estaba a menos de un metro del cajón de mi padre y cuando mi tío se acercó llorando, en medio del llanto abrazó el cajón, hizo un esfuerzo por calmar su llanto y levantando su brazo derecho en señal de la conocida escuadra dijo “Luis Illanes Caero en el nombre de Jesucristo y por la autoridad del Sacerdocio de Melquisedec que poseo, te ordeno que te levantes” y lo repitió 2 veces más, pero mi padre no se levantó como se levantó Lázaro mediante la misma autoridad y poder con la que hizo Jesucristo. Pasaron años y no podía aceptar que mi padre no se hubiera levantado en esa ocasión a pesar de que un sacerdote del Señor se lo ordenaba, pero hoy agradezco al Señor por tranquilizar mi alma dándome la respuesta que hoy se las quiero dar.

El poder del sacerdocio no tiene límites, pero Dios sabiamente nos ha impuesto ciertas limitaciones para ejecutar dicho poder ilimitado. Es posible que a medida que perfeccione yo mi vida, se me conceda desarrollar un mayor poder en el sacerdocio; no obstante, agradezco que ni aún con el poder del sacerdocio se me permita sanar a todos los enfermos que yo quisiera sanar. Podría suceder que sanara a alguna persona que se suponía debía morir como mi padre que ya era llamado por El Señor para que descansara, o que aliviara del sufrimiento a alguien que se suponía debía sufrir para corregirse como Saulo de Tarso que por su dolor llegó a ser el gran Apóstol pablo. Temo, pues, que al hacer esto estaría frustrando los designios de Dios.

De poseer un poder sin límites y una visión y entendimiento limitados, yo probablemente habría salvado a Abinadí de morir en las llamas del fuego cuando fue quemado en la hoguera, y con ello tal vez le habría causado un daño irreparable al mensaje que transmitió con tenacidad sellando con su martirio, él murió como mártir, de manera que su galardón fue de mártir también —la exaltación.

Así mismo, de poseer un poder ilimitado, yo habría librado a Pablo de sus aflicciones, y, sin lugar a dudas, lo habría sanado de su "aguijón en la carne"; pero al hacerlo probablemente estaría frustrando el programa del Señor. Tres veces rogó Pablo al Señor que le quitara el "aguijón", pero Él no accedió a tal petición. Si este apóstol del Señor hubiera sido más elocuente, fuerte y sano, atractivo y se hubiera encontrado libre de las debilidades que lo hacían ser humilde, es posible que muchas veces se hubiera desviado. Al respecto, Pablo dice:



Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. (2 Corintios 12:7, 9-10.)



Me temo que de haber estado yo en la cárcel de Cartage el 27 de junio de 1844, probablemente habría desviado las balas con que acribillaron al profeta José Smith y al patriarca Hyrum Smith y tal vez los habría salvado del sufrimiento y la agonía, pero al hacerlo les hubiera hecho perder la oportunidad de presentarse ante Dios como mártires y con ello sus galardones respectivos. Me alegro de no haber tenido que tomar esa decisión.

Con tal ilimitado poder, me hubiera sido imposible no proteger a Cristo de su agonía en Getsemaní, de los insultos, la corona de espinas, los ultrajes de la corte y las injurias físicas. Yo le hubiera limpiado y curado las heridas, dándole agua refrescante en lugar de vinagre. Tal vez yo le habría evitado el sufrimiento y la muerte, pero con ello el mundo habría perdido los efectos de su sacrificio expiatorio.

Yo no me podría negar a de devolverles la vida a mis seres queridos quizá aunque Dios ya haya decidido darles descanso de esta vida.

Cristo mismo reconoció la diferencia entre la voluntad del Padre y la suya misma al pedir que si era posible, pasara de El aquella copa del sufrimiento, pero agregando a la vez: '' Pero no se haga como yo quiero, sino como tú."


Les aseguro que nunca seremos más semejantes a Dios en ningún momento de esta vida como cuando estemos expresando ese poder en particular. Permítanme hermanos para terminar ejemplificar esto con otra experiencia real registrado en el primer capitulo de Moisés en la perla de gran precio, un duelo en el que los 2 poderes de la tierra combatieron: el de Dios o sea el Sacerdocio, y el poder del diablo: Satanás quiso subyugar a Moisés en un monte muy alto. Satanás, quien también era un hijo de Dios, se había rebelado en contra de Él y había sido expulsado de los cielos y condenado a no tener un cuerpo terrenal como el que su hermano, Jehová, sí poseería. Mucho de esto dependió el resultado grandioso del duelo ocurrido en los cielos. ¿Sería posible que Satanás pudiera dominar y ejercer control sobre Moisés, aquel profeta que había sido tan intensamente instruido por su propio Señor? "Moisés, hijo del hombre, adórame", le dijo Satanás, prometiéndole mundos, lujos y poder.

Pero moisés miró a Satanás y dijo: "¿Quién eres tú? Porque, he aquí, yo soy un hijo de Dios, a semejanza de su Unigénito. . ." (Moisés 1:13.)

Moisés sabía cuál era su misión y estaba preparado para esta tentación:

. . . ¿dónde está tu gloria, para que te adore? Porque he aquí, no pude ver a Dios, a menos que su gloria me cubriese y fuese fortalecido ante él. Pero yo puedo verte a ti según el hombre natural. ¿No es verdad esto? Bendito sea el nombre de mi Dios, porque su Espíritu no se ha apartado de mí por completo, o de lo contrario, ¿dónde está tu gloria?, porque para mí es tinieblas. Y puedo discernir entre ti y Dios. (Moisés 1:13-15.)

¡Qué acertado contraste! Moisés, el poseedor del sacerdocio, tenía que ser protegido para soportar la presencia de Jehová, pero a este impostor lo podía ver con sus ojos naturales y sin ningún problema.

De modo, pues, que ya con un conocimiento pleno, el profeta mandó: "Vete de aquí, Satanás..." (Moisés 1:16.) El impostor, el tentador, el diablo, no dispuesto a abandonar a esta posible. Víctima, encendido en furia, "gritó en alta voz e hirió la tierra, y mandó y dijo: Yo soy el Unigénito, adórame a mí". (Moisés 1:19.)

Moisés se dio cuenta del engaño y vio el poder de las tinieblas y tuvo temor y por lo tanto conoció la "amargura del infierno"(el temor que sintió Moisés). He aquí una fuerza nada fácil de controlar o resistir. Aterrado, clamó a Dios, y con renovado poder, declaró: . . . No cesaré de clamar a Dios. . . porque su gloria ha estado sobre mí; por tanto puedo discernir entre ti y él. . . En el nombre del Unigénito, retírate de aquí, Satanás. (Moisés 1:18-21.)

Lucifer, el lucero de la mañana, el archienemigo del género humano, no puede soportar el poder del sacerdocio. Temblando, sacudiéndose, blasfemando, llorando, gimiendo y crujiendo los dientes, se apartó del victorioso Moisés que por cierto contaba con el mismo sacerdocio que hoy todo digno varón en la iglesia, posee.

Cuando se encuentra debidamente protegido por la gloria de Dios y cuando ha alcanzado un grado suficiente de perfección, el hombre puede ver a Dios gracias a un sacerdocio vivo de experiencias correlacionadas con la voluntad de Dios.

Entonces la gloria del Señor nuevamente cubrió a Moisés y éste escuchó la promesa:

. . . librarás de la servidumbre a mi pueblo. . . ... y serás más fuerte que muchas aguas, porque éstas obedecerán tu mandato cual si fueses Dios. (Moisés 1:26, 25.)

¡Qué promesa! ¡Qué poder! Al escuchar esta promesa del Señor, podemos imaginarnos el agua fluyendo de la roca, el maná cayendo del cielo, las codornices revoloteando entre los arbustos, y las aguas del mar retrocediendo para dar paso en tierra seca a los hijos refugiados de Israel.



Testifico hermanos míos que todo varón del Sacerdocio y mujer que tiene a su alcance las bendiciones del Sacerdocio fuimos hijos de Dios en la vida pre terrenal de una excepcional fe y de buenas obras y Dios nos premió con tal privilegio aquí. Varones de la iglesia les prometo que su autoridad sacerdotal si va ligada a la voluntad de Dios, a ustedes no se les negará ejercer cualquier milagro en esta vida y dejo este mensaje en el nombre de Jesucristo AMEN.



Por: Fernando Illanes discurso pronunciado el domingo 23 de Agosto del 2009 ©

miércoles, 19 de octubre de 2011

Discurso: Obra Misional

Discurso sobre la Obra Misional

El presidente David O. McKay nos enseñó a todos algo para siempre: "Todo miembro un misionero", entonces ¿Cómo debemos tomar la obra misional en nuestras vidas? La respuesta fue dada a John y Peter Whitmer:

“Y ahora, he aquí, te digo que la cosa que será de máximo valor para ti será declarar el arrepentimiento a este pueblo, a fin de que puedas traer almas a mí, para que con ellas reposes en el reino de mi padre (D y C 15:6)”.

Todo miembro debe entender que la obra misional no es para meramente hacer amigos para la Iglesia, aunque eso es importante, pero el mandato del Señor es claro: convertir y bautizar:
“El que creyere y sea bautizado será salvo” (Marcos 16:16). No el que escuchare, sino el que creyere y sea bautizado.
La introspección es el conocimiento que todo sujeto tiene de su propio estado y un gran indicador de conversión es precisamente cuando somos introspectivos a la hora de escuchar progreso de la obra misional en nuestros barrios.

Cuando tratamos de encontrar excusas por nuestra falta de participación en la obra misional de nuestro barrio, recomiendo que con humildad emulemos el accionar los apóstoles en la Última Cena cuando el Salvador indicó que uno de los presentes le traicionaría los discípulos no se miraron o se apuntaron unos a otros, sino que respondieron con una pregunta introspectiva, “¿Seré yo Señor?” (Mateo. 26:22)

A veces nos olvidamos que es mejor arriesgarnos a tener una pequeña situación incómoda con un amigo que privarlo de la Vida Eterna por guardar silencio a causa de nuestra timidez o temor. No obstante es muy eficiente considerar el consejo del Presidente Kimball en estas situaciones:

“Nos debe estar claro, que siempre debemos ser afectuosos con nuestros vecinos antes de poder amonestarlos adecuadamente. Nuestros vecinos deben sentir nuestra genuina amistad y hermandad. Queremos que los miembros insten a sus vecinos, pero no que los reprendan o asusten”. (Presidentes de la iglesia: Spencer W. Kimball pág. 150)

Nuestro amor y gratitud a este evangelio, nuestro Padre Celestial lo mide por el tamaño de nuestro espíritu misional y los actos que este destile. Creo que junto a la oración y el ayuno la obra misional es también una fuente poderosa de ayuda para evitar caer en tentación

En Moroni 7:35–37, 30 “… ¿ha cesado el día de los milagros?
“¿O han cesado los ángeles de aparecer a los hijos de los hombres? ¿O les ha retenido él el poder del Espíritu Santo? ¿O lo hará, mientras dure el tiempo, o exista la tierra, o haya sobre la faz de ella un hombre a quien salvar?
“He aquí, os digo que no; porque… es por la fe que aparecen ángeles y ejercen su ministerio a favor de los hombres…
“Porque he aquí, se sujetan a [Cristo] para ejercer su ministerio de acuerdo con la palabra de su mandato, manifestándose a los que tienen una fe fuerte y una mente firme en toda forma de santidad”
Amados hermanos míos, digo públicamente teniendo a ustedes como mis testigos que mi persona está dispuesta a ayudar a las misioneras y misioneros de nuestro barrio, sabe El Señor que no lo hago en son de jactancia sino que más bien para que siempre recuerde que estas palabras mías fueron registradas en los cielos con ustedes como testigos y así la piense de nuevo el momento que quiera excusarme otra vez a la obra misional.
Testifico que este es la única iglesia verdadera sobre la faz de la tierra, y yo no puedo quedar indiferente ante tal verdad de la cual me he beneficiado por el largo de toda mi vida por lo tanto reconozco mi deber como miembro que soy un misionero por el resto de mi vida tal como lo dijo el presidente McKay: "Todo miembro un misionero"
En el nombre de Jesucristo AMEN.


Santa Cruz 18 de Septiembre del 2011  por Fernando Illanes ©.

martes, 18 de octubre de 2011

¿DIOS SABE QUIÉNES SE SALVARÁN Y QUIÉNES NO?

En las escrituras se nos dice que Dios es Omnisciente, que sabe el fin desde el principio, conoce el resultado final del Plan de Salvación, entonces sabe si nosotros nos salvamos o no, si seremos dioses o no, si aspiramos a un Reino de Gloria o a las Tinieblas de Afuera. La pregunta es: para nosotros ¿hay un solo final o muchos probables? Sea cual sea la respuesta correcta a esa pregunta Dios conoce ese final o finales. Entonces ¿Él sabe si yo me salvo? Claro que si:
 
"Oh, cuán grande es la santidad de nuestro Dios! Pues él sabe todas las cosas, y no existe nada sin que él lo sepa" (2 Nefi 9:20)
“Jehová es mi nombre, y conozco el fin desde el principio; por lo tanto, te cubriré con mi mano” (Abraham 2:8)

Entonces cuando dice: "y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare; " (Abraham 3:25) ¿Entonces nos estamos probando a nosotros mismos y sólo demostrando a Dios lo que Él ya sabe? la respuesta es SI. Bueno recordemos que Dios es Dios porque Él no interfiere en nuestro Albedrío porque de no ser así Él dejaría de ser Dios como enseñó clara y doctrinalmente Alma hijo (Alma cap.42). Entonces creo que Dios El Padre conociendo a Sus amados hijos y sobretodo siendo Él Omnisciente, Él sabía quienes se iban a salvar pero Él no debía prohibir el deseo de un hijo Suyo de emigrar a la tierra a querer progresar. Tratemos de imaginar esa escena preterrenal en que el Padre Celestial presenta Su Plan de Salvación y nos pregunta quiénes quieren ir a la tierra a progresar y volver a Él como dioses pero también con el riesgo que algunos no volverían y otros serían condenados, y a lo igual que la multitud Caín y Judas levantan la mano en señal de que aceptan ir. No creo que el Padre no haya sollozado interiormente diciendo por cada uno "no hijo, tu no podrás volver a mí no vayas", Ahora analicemos que pasaba si Él les decía a Caín, Judas y a todo aquel que no regrese a la presencia del Padre que sería en vano que fueran a la tierra; Resulta que estaría Él violando dos principios eternos que al cumplirlos, Él sigue siendo Dios: Respeto al albedrío de sus hijos y la imparcialidad para con ellos. Así que las leyes Celestiales demandan que si alguien se va a perder del Reino deseado será por culpa propia, y los que lo ganen también sería por méritos propios por lo tanto es una prueba para cada uno de nosotros ya que no sabemos el final porque de saber el final entonces muchos protestarían al Padre Celestial del porque se les dejó venir sabiendo Él, dicho final, pero si Él les impedía ir a la tierra violaría el Albedrío de ellos y no sería imparcial y si Él les contaba a ellos que eran libres de ir a pesar de que Él ya sabía que se perderían si o si, y ellos optaran por no ir y quedarse estancados en su progreso, ellos al no tener la capacidad de Dios de ver el fin desde el principio, siempre se sentirían impotentes de no saber si realmente ellos podrían haber rendido o no aquí en la tierra y quizás si volverían como dioses y les quedarían una insoportable duda eterna, por eso el sollozo silencio del Padre era inevitable y por lo tanto debía dejarnos ir sin importar cual era nuestro final que Él ya conocía.
por Fernando Illanes ©