lunes, 28 de noviembre de 2011

MADRE CELESTIAL: ¿Puede alguien ser Padre sin la ayuda de una mujer?

Ayudándonos  con el sentido común y descartando el escepticismo, nuestro razonamiento puede ser generosamente bendecido con la revelación de los cielos para conocer un poco más sobre la realidad de una bella Madre Celestial. Con la invalorable ayuda de un hermano en Italia llamado Massimo que de él recibí la ayuda sobre las palabras de hebreo antiguo el cual es el idioma original de la biblia para ayudar a explicar lo que expondré.
Considero que el profeta José Smith tenía razón al argumentar que a causa del interminable e inigualable amor que tiene nuestro amoroso Padre Celestial por Su bella celestial esposa, es que Él ha decidido no darnos más información sobre ella de la que ya le reveló al profeta José Smith para transmitírnosla a nosotros sobre una madre en los cielos. Es obvio suponer que en incontables repeticiones el hombre ofendería o tomaría por poco el titulo y nombre de su Madre Celestial, lo tomaría en vanos juramentos, en chistes, en fábulas, especulaciones, etc. --como incluso lo hacen con el Padre Celestial-- y todo esto llevaría a un sacrilegio tan doloroso para  el Dios que tiene por esposo y que La ama tanto ya que Ella fue y es el corazón que da vida a Su posición exaltada. El Padre la ama tanto pero tanto que Él no desea que ni la más mínima ofensa la mencione, y con toda la reverencia y humildad testifico que el Padre Celestial es un hombre (exaltado) muy enamorado de Su esposa.
No existe en las escrituras afirmaciones concretas sobre la existencia de nuestra Madre Celestial quizá por el perjudicial extravío de verdades preciosas en los originales escritos sagrados por propósitos diabólicos como por negligencias carnales. Como también no existe por el argumento ya anteriormente expuesto sobre que nuestro Padre Celestial prefirió guardar como un tesoro Suyo que no quiere que se lo contaminen. Pero Obviamente el Padre Celestial quiso dejarnos la seguridad de la existencia de Ella por medio del constante estudio y meditación de las escrituras para encontrar algunas pistas escondidas para los ojos del hombre natural.
Podríamos comenzar en el libro de Génesis:
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Génesis 1:27)
          

Si Dios hizo varón y hembra, entonces ¿A semejanza o imagen de quién es la mujer o hembra que hizo?  Muchos podrán decir que esto es figurativo, pero sin embargo no hay con que demostrar que esto es figurativo pienso que realmente y obviamente significa que la mujer es imagen y semejanza de nuestra Madre Celestial.
“Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán el día en que fueron creados.” (Génesis 5:2)
Para entender mejor este versículo es necesario analizar el significado del nombre de Adán, sabemos que significa “muchos” y este significado bien claramente se refiere a los dos o sea a Adán y Eva y por lo tanto el Señor nos revela un símbolo en este nombre, el cual a mí gustaría relacionarlo con “Familia” o la unión del hombre y la mujer porque claramente dice “y llamó el nombre de ellos Adán” y en “ellos” vemos que está incluida Eva y es por eso que no habría inconveniente doctrinal relacionarlo con la familia o la más sagrada unidad decretada por Dios mismo, al título-nombre de Adán. Ahora esto nos ayudará a entender mejor el título-nombre de Elohim.
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1)
El idioma original de las santas escrituras es el hebreo, y este versículo en hebreo nos dice que la palabra original para la palabra Dios en el primer versículo del Génesis es Elohim que es en realidad la conjugación de palabras hebreas para dar un significado sagrado y así es que se convierte en título-nombre. Elohim vendría de la combinación de El-oah-heem. “El” significa Dios y “heem” es la pluralidad de una palabra, entonces correctamente significaría “los Dioses”. Ahora el término “oah” que está al medio, en el hebreo se utiliza para hacer la palabra en sentido generalizado o sea tanto masculino como femenino por ejemplo cuando se dice “el hombre llegó a la luna” obviamente entendemos que habla en sentido generalizado o sea toda la humanidad, así como también “em” sirve para darle sentido masculino de manera singular como por ejemplo “el hombre que está en la esquina”.
Permítame expresar mi opinión personal acerca de esto, creo por mi propia convicción que el nombre de Elohim significa lo que dijo José Smith que significaba “los Dioses” siendo el Padre la cabeza de los Dioses, y ayudándonos de su completa etimología hebrea significa también “El Dios” generalizando en un solo título lo que es Él como el resultado de la unión de Un Dios y Una Diosa ya que en la palabra hebrea Elohim tiene una connotación femenina también y esto nos dice entonces que Elohim también significaría “Matrimonio Eterno” como también “Familiay sabemos muy bien que el grado más alto del Reino Celestial exige matrimonio eterno  hecho en un santo templo del Señor
como requisito para vivir ahí con el mismo status del Padre y la Madre Celestial y vivir con nuestras familias de la vida terrenal y también con la progenie eterna que se permitiría tener.
“Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón.” (1 Corintios 11:11)
El verdadero significado de esta escritura lo encontraremos si es que entendemos muy bien las palabras “en el”. Fíjese como cambiaría el significado de la escritura si cambiamos ese “en el” por “para el” léala varias veces la escritura con “en el” y también con “para el” y verá mejor el significado real de la escritura. Al decir en “en el” obviamente se refiere a un lugar, así que Pablo nos está diciendo que donde está el Padre y el Hijo ninguna mujer puede vivir ahí sin un esposo y ningún varón sin su esposa.
Vemos entonces que Elohim simboliza una familia, así como Adán lo mismo y efectivamente nosotros tenemos un Padre y hay un Hijo que es nuestro hermano, entonces ¿por qué debería sorprender que una Madre esté incluida en esta familia?
“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra” (Efesios 3:14-15)
Creo que no hay algo más claro que esta escritura ya que cita claramente “familia en los cielos” y yo sé que un padre soltero puede llamársele familia, pero seamos realistas y razonables ¿nuestro Padre Celestial sería un padre soltero que nos daría el mandamiento de dejar padre y madre para unirnos en matrimonio con una mujer y llegar a ser una sola carne? Y por favor piénselo bien ¿qué sentido tendría mandar algo así para llegar a ser alguien solo en la siguiente vida? ¿Con qué ejemplo nos mandaría Dios a tomar una esposa si Él fuera soltero? Quizá la única excusa que pondría el mundo sectario es que la biblia no habla que Jesús estuviese casado, sin embargo creo que Jesús si se casó en su primera venida y en el siguiente capítulo expondré mi opinión personal con mis fundamentos del porque pienso que Jesús si se casó aquí en la tierra.
Si Dios es amor como muchas escrituras lo citan y lo dan a entender perfectamente, y no tenemos duda alguna en pensar que Dios conoce todas las dimensiones del sentimiento amor, ¿acaso podríamos tener la débil percepción de que Dios no conoce ni vive el amor que un esposo siente por su amada?
Considero que Adán nos enseño de nuestra Madre Celestial cuando él da testimonio de su matrimonio con Eva al decir:
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una sola carne.” (Génesis 2:24) Sabemos que el Padre de Adán era Dios el Padre, entonces si no hubiera una Madre Celestial ¿por qué Adán diría dejar madre si él no tuviera? Así que cuando hablemos de Dios como nuestro amoroso Padre Celestial, para poder conocerlo mejor preguntémonos  ¿Puede alguien ser padre sin la ayuda de una mujer?
“¿Hay en los cielos padres solos? Clara la verdad está; la verdad eterna muestra: madre hay también allá.” (“Oh mi Padre” Himno #187 Himnos de Sión)

por Fernando Illanes ©

martes, 22 de noviembre de 2011

¿Hubo alguna vez un padre que no haya sido hijo?

En el evangelio de Juan en el capítulo 5 nos relata el milagro que el Maestro Jesús efectúa a favor de un paralitico en un estanque de aguas llamado Betesda aparentemente milagroso para curar enfermedades y esta creencia se originó debido a que su uso inicialmente era para lavar ovejas antes de sacrificarlas en el templo de Salomón. Este uso dio a sus aguas un halo de santidad y muchos inválidos llegaban a ellas para intentar conseguir su curación que por el registro bíblico se sabe que un ángel descendía de tiempo en tiempo a agitar el agua y que en ese preciso momento se convertían en sanadoras.

Jesús sana a este paralitico justo en un día de reposo y esto molestó a los funcionarios y legisladores judíos y estos van a enfrentarlo al gran maestro

y este no solo les hará notar su equivocado concepto acerca del día de reposo, sino que también les da el sermón más comprensivo de las escrituras sobre la trascendental  relación que existe entre el Padre Celestial y Su hijo Jesucristo. Comienza respondiendo que tanto su padre como él trabajan siempre:
“Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.” (Juan 5:17)
Ese “hasta ahora trabaja” encierra un gran tesoro doctrinal que casi pasa por desapercibido, analicemos que significa ese “hasta ahora trabaja” con los siguientes versículos.
Leamos lo siguiente:
Respondió entonces Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, esto también lo hace el Hijo de igual manera.
Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que éstas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
Porque como el Padre levanta a los muertos y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.(Juan 5:19-21)
El Señor continua diciéndoles que él no era un hijo autoritario y que no obraba independientemente a la voluntad de su padre y que de hecho no podía hacer cosa alguna que no concordara con la voluntad de Él y de lo que le había visto hacer, por tanto el amor del Padre se expresaba de una manera vívida ante los ojos de Jesucristo ya que Él le mostró Sus obras que Él una vez cumplió. ¿Es esto acaso algo sin sentido? ¿Acaso es algo no creíble pensar que Dios El Padre instruyó a Su hijo amado Jesucristo como realizar y cumplir la expiación? Sabemos que la expiación es infinita o sea que no tiene principio ni fin, entonces sí pensamos que solo Jesucristo fue el único que hizo la expiación, sería lógico y justo decir que él fue el primer y último expiador y eso nos llevaría a decir que la expiación tendría un principio y un fin y por ende no sería infinita.
La expiación es infinita sin principio ni fin, no comenzó con Jesucristo ni terminó con él. Hubo antes de él infinitos expiadores como también hay simultáneamente infinitos expiadores en este momento y habrá infinitos expiadores después de él pero solo es a él a quien nos debemos y todo esto porque nunca hubo ni habrá alguna vez un padre que no haya sido hijo y es entonces a esto que se refiere con “hasta ahora trabaja” ya que en una eternidad pasada el Padre era un Hijo que se encargó de la salvación de Sus hermanos tal como hoy lo hace Jesucristo por nosotros, y así como Jesucristo amorosamente sigue la voluntad y el orden del Padre Celestial establecido para el Plan de Salvación, así el Padre Celestial también lo hizo con Su Padre Celestial y este con el Suyo y este con el Suyo y así podemos ir eternamente hacia atrás hasta donde nuestra mente se pierda y aún así nunca encontraríamos el origen puesto que nunca hubo un principio.
El presidente Joseph F. Smith cita las palabras del profeta José Smith dichas en el funeral de King Follet:
“¿Qué significa esto? Heredar el mismo poder, la misma gloria y la misma exaltación hasta llegar al estado de un Dios y ascender al trono de poder eterno, así como los que han ido antes. ¿Qué hiciste tú, Jesús? Hice aquellas cosas que vi hacer a mi Padre cuando tuvieron su existencia los mundos. Mi Padre labró su reino con temor y temblor, y yo debo hacer lo mismo; y cuando gane mi reino, lo presentaré a mi Padre, a fin de que El pueda tener reino sobre reino y así aumentará en gloria. Entonces tendrá una exaltación mayor, y yo tomaré su lugar y así también lograré la exaltación. De modo que Jesús sigue los pasos de su Padre y hereda lo que Dios hizo antes.” (Enseñanzas del Profeta José Smith pag. 78 Funeral de King Follet)
Es muy importante reconocer y resaltar los dos verbos que nos ayudará a entender muchísimo mejor la lectura de Juan 5:19-21: Ver y Mostrar.
Jesucristo efectuó la expiación que se le dice infinita también por su antigüedad, ya que es el mismo acto solemne que ha salvado en infinitas ocasiones a infinitas familias celestiales. Realizó el mismo sacrificio vicario para infinitos beneficiarios, que en un tiempo pasado nuestro amoroso Padre Celestial realizó también y este sacrificio al ser de procedimiento vicario inevitablemente expande su naturaleza familiar haciendo "volver el corazón del Padre al Hijo, y el corazón del Hijo al Padre" significando que el Padre Celestial en su corazón entero tenía a Su hijo amado al saber Él en carne propia lo que Su hijo vivía en Getsemaní y en el Calvario, y el corazón del Hijo se volvió al Padre Celestial porque solo él entendía en carne propia lo que el Padre Celestial sufrió y pagó por la salvación de su familia Celestial.
porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo de igual manera. Porque como el Padre levanta a los muertos y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida”
(Juan 5:19-21)

por Fernando Illanes ©


jueves, 17 de noviembre de 2011

LA DIFERENCIA ENTRE KORIHOR Y PEDRO

Se nos ha testificado que Dios es un Dios de orden y no de confusión (DyC132:8) y que Dios no tiene la sabiduría limitada como el hombre y que por eso nunca se arrepiente de lo que dice o hace (Num. 23:19). No obstante el Señor en algunas ocasiones cambió por la dirección opuesta a un mandamiento dado por Él mismo.
Jesús ordenó a los Apóstoles no enseñar el evangelio a los Gentiles (Mateo 10:5-6). Él mismo afirmó este principio al negar su intervención divina por un momento a favor de una mujer Cananea (Mateo 15:24). Entonces ¿por qué Dios pidió a Pedro ir a predicar el evangelio al centurión Cornelio que era un Gentil?
Se nos dice que este varón llamado Cornelio creyó en el Dios de los judíos y oró a Él. A causa de su gran fe, "un ángel de Dios" vino a él en una visión y lo instruyó para más adelante cómo recibir la salvación. (Hechos 10:1-4) Vemos entonces que es un error creer que las visiones se acabaron con la muerte del Salvador.
El propio Jesús fue quién les dijo a sus discípulos que no fueran a los Gentiles, y Pedro era sumamente obediente a su Maestro. Así que para el Señor se presentaba el siguiente problema ¿cómo convencerle a Pedro de hacer lo contrario a lo que Él mismo (Jesús) le había ordenado antes?, porque el mandato de ir a predicar a todas las naciones de la tierra era comprendido a todas las naciones que no eran de la tribu de Judá pero que si eran de la casa de Israel y no a las naciones paganas e idolatras, ese era el mandato que los Apóstoles tenían en su corazón que debían cumplir.
El Señor arreglaría esta situación a través de la ley de Moisés, los judíos habían recibido una ley estricta de Dios de las carnes que participarían como alimento de ellos. Ahora el Señor iba a usar esta misma ley para convencerle a Pedro de hacer algo que era inconcebible permitir a los Gentiles tener la misma oportunidad para salvarse como las personas elegidas de Dios la tenían.
En Hechos 10:11-15 el Señor mostró a Pedro en una visión un lienzo que contenía todas las clases de carne que se prohibió bajo la ley de Moisés, y El Señor le ordenó a Pedro que comiera. Siendo un fiel devoto de la ley de Moisés y sin comprender aun por completo todo lo que significó el sacrificio de Jesucristo, ya que este ponía fin a la ley mosaica, Pedro se negó a comer. En tres ocasiones el Señor le mostraría a Pedro esta visión utilizando otra vez el método que Jesucristo usaría para transmitirle a Pedro la importancia de obedecerle diciéndole tres veces como lo hizo poco tiempo atrás cuando le había preguntado tres veces a Pedro si él lo amaba y tres veces le ordenó que apacentara Sus ovejas (Juan 21:15-17). Finalmente el Señor le dijo: “Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú común.”

A Nefi le tocó lidiar también con la misma naturaleza confusa e incluso mucho más, ya que a él se le pidió que matara a un hombre llamado Labán (1 Nefi 4:10-11) y él nunca antes había matado a alguien y él era fiel cumplidor de la ley de Moisés igual.

Situación similar a la que vivió Moisés ya que el Señor le ordenó a Moisés que destruyera a cada Madianita incluyendo a las mujeres y a los niños (Números 31).

Abraham fue rescatado por orden del Señor de un altar para sacrificios humanos y le pidió que saliera de esa ciudad porque Él no aprobaba los sacrificios humanos. Pasaron muchos años y ya un anciano a Abraham se le prometió el hijo que tanto ansiaba, y el Señor se lo concedió. Pasaron aproximadamente casi 30 años después y se le ordenó a Abraham que matara a este hijo llamado Isaac como un sacrificio por este mismo hijo prometido y Abraham entendió con mucho dolor que este mandato provenía del Señor y que por lo tanto debería obedecer a pesar de saber que años atrás el Señor le mandó a no realizar ni ser parte nunca de un sacrificio humano.

Como también podríamos mencionar que el gran profeta Elías degolló a 450 sacerdotes de Baal como castigo por haber desviado a toda la ciudad.

En cada caso, estos grandes hombres hicieron como Dios los ordenó, sin dudarlo y sin cuestionar. Pedro estaba en una de estas situaciones en la que parece ver una notable contradicción y lo que le hace a Pedro tan grande es que él estaba deseoso de aceptar cualquier orden que el Señor le dijera, sin tener en cuenta sus propias ideas.
Sea quien sea de los ejemplos mencionados cualquiera de ellos en el momento pudo preguntarse si es que Dios pediría a alguien hacer algo que viole Su propia ley después de que Él mismo la haya entregado, pero no lo hicieron nunca tuvieron la duda de que si la orden venía de Dios o del Diablo. Por el ambiente y época Pedro pudo pensar que sería contaminar el evangelio si se les predicaba el evangelio a los gentiles. Moisés, Elías y Nefi pudieron pensar que era Satanás quien les inducía ir en contra del “No matarás” de la ley de Moisés.
Estos grandes hombres conocían con seguridad de donde venía la orden, sabían que el gran Señor era quien la daba y actuaron bajo el código del cual todos los profetas de Dios se rigieron y transmitieron, el cual José Smith lo enseñó “Cuando Dios habla el hombre solo debe obedecer” (Enseñanzas del profeta José Smith pág. 52).
El dilema cual representó cada situación de los ejemplos mencionados, es digno de ganarse toda la atención posible quizá algún día el Señor nos inspire y nos revele que actuemos escapando de lo ya establecido como norma o mandamiento y que por nuestra falta de armonía con el Señor equivocadamente juzguemos que dicha revelación no es del Señor.
Como también por falta de armonía con el Señor y por ende ausencia de la compañía del Espíritu Santo Satanás logre engañarnos y nos dé mandamientos que creamos que viene de los cielos como le ocurrió a Korihor, un hombre que se esforzaba por ser un buen creyente y siervo de Dios. Pero algo pasó con Korihor que paulatinamente fue perdiendo la armonía con los cielos y el Espíritu Santo no pudo acompañarlo obviamente por actos contrarios a la voluntad del Señor y así fue engañado por Satanás al presentarse este como un ángel de luz enviado por el Señor indicándole que el pueblo Nefita se había perdido en la adoración de un Dios que no existía y que por lo tanto debería ir a ellos a amonestarlos para que dejen de adorar al Cristo prometido. Korihor a pesar de sentir que era contrario a lo correcto lo que este ángel decía, optó por creerle pensando que haría el bien. Pero el espíritu de Korihor fue corrompiéndose por el hecho que al escuchar la defensa de la verdad por parte de Ammón el Sumo Sacerdote y su pueblo y Alma y el juez superior no quiso aceptar su error a tiempo y prefirió continuar en su aseveración errónea antes que en público aceptar su error.         
                    

Al ver el desenlace de Korihor nos indica que lo más probable que pasara para que Korihor perdiera la compañía del Espíritu Santo fuera su orgullo, a causa de ello Korihor fue destruido por el Señor por su maldad. (Alma cap.30)

No obstante nada de esto le hubiera pasado a Korihor si este hubiera estado en la armonía espiritual en la que se encontraban Moisés, Elías, Nefi y Pedro con los cielos. Esta armonía solo se la logra con mucha oración y ayuno y el constante estudio, meditación y aplicación de las escrituras.
El Señor no nos dejará solo ante la confusión en la que Satanás nos quiera meter, no obstante el Señor de una manera muy medida nos susurrará a nuestro corazón la interpretación correcta a cualquier confusión nuestra a diferencia que Satanás nos gritará a nuestros sentidos físicos y a nuestra propia prudencia.


por Fernando Illanes ©