Una frase que me gusta mucho para hablar de La Caída es una cita de Albert Einstein "Dios nunca improvisa, porque de hacerlo entonces Él no es el Todopoderoso del que las religiones hablan". Creer que La Caída de Adán y Eva no estaba en el Plan de Salvación y que fue un acto de desobediencia que lo llevó a Dios a expulsarlos del Edén queriendo Él que el jardín sea el eterno hogar de Adán y Eva, es creer que a Él le tomó de sorpresa dicha circunstancia y que la misión de Jesucristo recién se la pensó a raíz de La Caída que se dio lugar en este mundo. Bien dicen las escrituras que Jesucristo es el cordero de Dios inmolado desde antes de la fundación del mundo y escogido para la misión redentora por el Padre antes de la creación del mismo Edén. (Apocalipsis 13:8 ; 1 Pedro 1:19-20) Ahora si la misión redentora de Jesucristo llamada Expiación que fue para contrarrestar los efectos de La Caída se la comisionó antes de este mundo por ende antes de La Caída, es de completa claridad entender que La Caída no llevó a Dios a improvisar puesto que La Expiación ya estaba planeada desde antes de la creación de este mundo y muy independiente a esto está el hecho que Dios el Padre es todo lo infinitamente poderoso y sabio que decimos todas las religiones que es y por lo tanto La Caída estaba premeditada para que de curso al mayor hecho o evento más importante de la historia de la humanidad La Expiación.
Ahora de no haber sido planeada La Caída veamos el proceder del Padre para evitar tal "error".
El Padre colocó en el Jardín de Edén el degenerante fruto que contenía las semillas de la muerte las cuales introducirían en el cuerpo de Adán y Eva aquellos ingredientes necesarios que científicamente propiciarían la Caída. Este fue llamado el fruto de “el conocimiento del bien y del mal.” Dios colocó el árbol que produjo el fruto que conduciría inmediatamente a La Caída nada más ni nada menos que en el centro, en el corazón del jardín donde tendría un lugar de prominencia y que lo haría fácilmente accesible (Abraham 5:9 ; Génesis 2:9) y si realmente no quería que participarán de él, entonces lo hubiera escondido o ponerle querubines como guardias.
A esto se suma que el Señor colocó una prohibición sobre este fruto. Nótese la extraña manera en la cual esta prohibición fue declarada: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás. No obstante, podrás escoger según tu voluntad, porque te es concedido; pero recuerda que yo lo prohíbo, porque el día en que de él comieres, de cierto morirás." (Moisés 3:17) Podemos apreciar que lo que el Padre estaba diciendo era así en otras palabras: “Pueden comer de este fruto si lo desean, incluso si yo lo prohíbo, y yo deseo que ustedes decidan por si mismos si comerán de él o no.” Nunca más los cielos dieron un mandamiento en el cual se acompañe el permiso del Padre de escoger si cumplirlo o no. Todos los mandamientos a pesar de que tengamos nuestro albedrío, siempre Dios ha sido claro de que no es no.
Al ver entonces la actitud del Padre podemos detectar fácilmente el deseo de que participen del fruto, ahora esto inevitablemente nos conduce a 3 preguntas importantes:
¿Para qué quería que participen del fruto? Respuesta.- El fruto contenía el conocimiento del bien y del mal, el entendimiento claro para saber que es bueno y que es malo (Moisés 3:16-17) y en este nuevo estado entendían mejor las cosas inclusive el procrear (Moisés 5:11) y al hacerlo entonces el Plan de Salvación sigue su curso, que los hijos del Padre vengan a la tierra a poseer un cuerpo de carne y huesos y progresar escogiendo el bien antes que el mal. (2 Nefi 2:19-20) Así que de no haber participado del fruto ellos no podrían tener descendencia y por lo tanto nos quedaríamos estancados en nuestro hogar celestial sin la oportunidad de venir a esta tierra a tener un cuerpo de carne y huesos y progresar, y eso si sería el fracaso del Plan de Salvación.
¿Si Dios quería que participarán del fruto entonces por qué lo prohibió? Respuesta.- El Padre sabía que antes de que hubiéramos terminado nuestro trabajo en la mortalidad muchos cambiaríamos nuestros gritos de gozo de cuando nos enteramos del Plan de Salvación por alaridos de lamentación.
Por lo tanto, fue por esta razón que Él deseó que Adán y Eva -como nuestros representantes- fueran los que realmente provocaran la Caída por su propia iniciativa y no dar motivo para que después nosotros dijéramos que la Caída fue culpa del Padre, y no nuestra. ¿Qué hubiera pasado si Dios les decía que participen del fruto para conocer el bien y el mal, en vez de prohibirlo? la historía sería diferente creo que el diálogo entre Satanás y Eva sería algo mas o menos así:
Satanás: ¿Por qué miras ese fruto poco deseable y amargo? ni siquiera deberías mirarlo.
Eva: El Padre dijo que participemos de él para que conozcamos el bien y el mal y podamos tener descendencia.
Satanás: ¿Con que eso te dijo eh? si participas de este fruto de cierto morirás y eso es lo que Él quiere para que no seais como Él. No lo hagas y ve a Adán y adviertele lo mismo para que no participe de Él.
Eva: Bueno entonces eso haré y no participaremos del fruto.
Ahora de no haber sido planeada La Caída veamos el proceder del Padre para evitar tal "error".
El Padre colocó en el Jardín de Edén el degenerante fruto que contenía las semillas de la muerte las cuales introducirían en el cuerpo de Adán y Eva aquellos ingredientes necesarios que científicamente propiciarían la Caída. Este fue llamado el fruto de “el conocimiento del bien y del mal.” Dios colocó el árbol que produjo el fruto que conduciría inmediatamente a La Caída nada más ni nada menos que en el centro, en el corazón del jardín donde tendría un lugar de prominencia y que lo haría fácilmente accesible (Abraham 5:9 ; Génesis 2:9) y si realmente no quería que participarán de él, entonces lo hubiera escondido o ponerle querubines como guardias.
A esto se suma que el Señor colocó una prohibición sobre este fruto. Nótese la extraña manera en la cual esta prohibición fue declarada: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás. No obstante, podrás escoger según tu voluntad, porque te es concedido; pero recuerda que yo lo prohíbo, porque el día en que de él comieres, de cierto morirás." (Moisés 3:17) Podemos apreciar que lo que el Padre estaba diciendo era así en otras palabras: “Pueden comer de este fruto si lo desean, incluso si yo lo prohíbo, y yo deseo que ustedes decidan por si mismos si comerán de él o no.” Nunca más los cielos dieron un mandamiento en el cual se acompañe el permiso del Padre de escoger si cumplirlo o no. Todos los mandamientos a pesar de que tengamos nuestro albedrío, siempre Dios ha sido claro de que no es no.
Al ver entonces la actitud del Padre podemos detectar fácilmente el deseo de que participen del fruto, ahora esto inevitablemente nos conduce a 3 preguntas importantes:
¿Para qué quería que participen del fruto? Respuesta.- El fruto contenía el conocimiento del bien y del mal, el entendimiento claro para saber que es bueno y que es malo (Moisés 3:16-17) y en este nuevo estado entendían mejor las cosas inclusive el procrear (Moisés 5:11) y al hacerlo entonces el Plan de Salvación sigue su curso, que los hijos del Padre vengan a la tierra a poseer un cuerpo de carne y huesos y progresar escogiendo el bien antes que el mal. (2 Nefi 2:19-20) Así que de no haber participado del fruto ellos no podrían tener descendencia y por lo tanto nos quedaríamos estancados en nuestro hogar celestial sin la oportunidad de venir a esta tierra a tener un cuerpo de carne y huesos y progresar, y eso si sería el fracaso del Plan de Salvación.
¿Si Dios quería que participarán del fruto entonces por qué lo prohibió? Respuesta.- El Padre sabía que antes de que hubiéramos terminado nuestro trabajo en la mortalidad muchos cambiaríamos nuestros gritos de gozo de cuando nos enteramos del Plan de Salvación por alaridos de lamentación.
Por lo tanto, fue por esta razón que Él deseó que Adán y Eva -como nuestros representantes- fueran los que realmente provocaran la Caída por su propia iniciativa y no dar motivo para que después nosotros dijéramos que la Caída fue culpa del Padre, y no nuestra. ¿Qué hubiera pasado si Dios les decía que participen del fruto para conocer el bien y el mal, en vez de prohibirlo? la historía sería diferente creo que el diálogo entre Satanás y Eva sería algo mas o menos así:
Satanás: ¿Por qué miras ese fruto poco deseable y amargo? ni siquiera deberías mirarlo.
Eva: El Padre dijo que participemos de él para que conozcamos el bien y el mal y podamos tener descendencia.
Satanás: ¿Con que eso te dijo eh? si participas de este fruto de cierto morirás y eso es lo que Él quiere para que no seais como Él. No lo hagas y ve a Adán y adviertele lo mismo para que no participe de Él.
Eva: Bueno entonces eso haré y no participaremos del fruto.
Y así no hubieran conocido ni el bien ni el mal y así no hubieran progresado porque el progreso de los hijos de Dios consiste en elegir el bien antes que el mal, o ¿Cómo podría premiar Dios al hombre por escoger lo bueno o condenar por escoger lo malo, si este es como un robot que escoge al azar puesto que no sabe que es lo bueno y que es lo malo?
Tampoco hubieran podido tener hijos puesto que ellos eran inocentes como dicen la escrituras puesto que estaban desnudos y no se avergonzaban y recordemos que ellos ya eran esposos. Es como cuando vemos a las niñitas de 3 a 8 años jugando a ser mamá sin saber como se llega a serlo.
Parece claro en los subsecuentes eventos que Adán y Eva no tenían idea de cómo el Padre iba a efectuar la Caída. Ellos aparentemente sabían que esta iba a ocurrir pero sin duda pensaban que el Padre la efectuaría a Su propia manera cuando fuera el tiempo indicado. Es muy claro que Adán y Eva no sabían que ellos iban a precipitar la Caída.
El problema del Padre era aun más complicado dado el hecho de que Él no sólo pretendía que Adán y Eva iniciaran la Caída sino que lo hicieran de manera independiente a Su voluntad expresa. La única manera de asegurar esa independencia era hacer que Adán y Eva iniciaran la Caída a través de un acto que estuviera en oposición a la voluntad expresa del Padre.
Aquí entonces esta la razón para el fruto “prohibido”. Era la clave de la Caída. Colocando una prohibición sobre este el Padre estaba asegurando que al participar ellos del fruto estarían actuando por su propia iniciativa.
El siguiente problema era hacer participar a Adán y Eva del fruto a través del ejercicio de su propia voluntad en oposición a la voluntad expresa del Padre. Esto no era algo tan sencillo como parece. Se debe mantener en mente que Adán y Eva no tenían deseo de ejercer su voluntad en oposición a la del Padre. Ellos no tenían astucia ni ambiciones secretas. De hecho, en esta etapa de su existencia eran “inocentes.” Su relación con el Padre era una de fe implícita. Ellos eran como niños que confiaban cada una de sus necesidades al consejo, dirección y voluntad de la Deidad. Se debe apreciar, por tanto, que aquí estaba una delicada y desafiante maniobra, donde la Trinidad se comprometió a organizar las circunstancias de tal modo que este noble hombre y su mujer quienes fueron honrados en la preexistencia por su fidelidad y devoción expresaran su voluntad en oposición a la del Padre. En conclusión Dios prohibió el fruto que Él deseaba que participen para que el Plan siga marchando con éxito, porque así Él activaba la oposición y así eso les atraería a ellos a participar ya que como dice Lehi es necesario que haya una oposición en todas las cosas. Por eso es que el Padre extrañamente como en ningún otro mandamiento dice que no obstante que lo prohíbe le da a elegir si quiere obedecerle o no. (2 Nefi 2:15-16)
¿Entonces debo entender que Lucifer aportó al Plan de Salvación con su objetivo de instar a desobedecer? Técnicamente si, con la notable aseveración que él no lo hizo con ese objetivo sino que él intentaba destruir el plan de Dios (Moisés 4:6 ; 2 Nefi 2:17-18) cuando sin embargo lo único que hizo fue dar continuidad a lo planeado. Curiosamente el nombre Lucifer significa "Portador de luz" (ver "Satanás" en GEE) y él se encargó de conducir a Eva y Adán a participar del fruto que contenía la Luz de Cristo (Moroni 7:15-16) y todo esto porque él no conoce la mente de Dios. (Moisés 4:6)
Después de la Caída Adán y Eva todos pudimos venir a tener un cuerpo de carne y huesos y a progresar de acuerdo a nuestras obras para poder acceder a la Gracia de Cristo pero también heredamos los efectos de La Caída que con La Expiación de Cristo las subsanamos y de hecho ganamos un mejor estado o sea el exaltado siempre y cuando luchemos por ello.
El siguiente gráfico ayudará a conocer lo positivo y negativo antes de La Caída y después de La Caída y también después de La Expiación:
Testifico que la mayor obra realizada en toda la historia humana y en el universo entero fue el sacrificio expiatorio de Jesucristo, sin dicho acontecimiento no tendría sentido la vida. Es la doctrina que da vida y alimenta a las demás. Es lo más importante de nuestras vidas conocer y entender lo máximo que podamos sobre La Expiación y si así lo hacemos entenderemos muy bien que este solemne hecho es a raíz de La Caída que sobrevino sobre toda La Creación de Dios. Estos son los 3 pilares sobre cual se sostiene el Plan de Salvación de Dios: La Creación, La Caída y La Expiación. Estos pilares fueron perfectamente planificados antes de la fundación de este mundo por lo tanto "Dios nunca improvisa".
Por: Fernando Illanes ©