viernes, 23 de agosto de 2013

SÍMBOLOS Y SOMBRAS DE LA EXPIACIÓN DE CRISTO Por Fernando Illanes



Unas cuantas palabritas para demostrar uno de los tantos “tesoros de la eternidad” que están escondidos en las escrituras, pero que aún así son “conquistables” para los que aman nutrir su intelecto espiritual estudiando.
Este hermoso descubrimiento de un sorprendente simbolismo de la Expiación de Cristo.
Para los Judíos la palabra Expiación ellos la llamaban “Kippur” que significa “cubrir” la cual nos quiere decir que la Expiación puede cubrir todo lo que esté dañado, enfermo y corrupto para dejarlo cubierto con una protección. “Kippur” es la palabra que los Judíos utilizaban para cubrir específicamente con betún.
Ahora teniendo esto en mente leamos una Escritura de la experiencia en que Noé recibía instrucciones para crear el Arca y así él (Noé), su familia y los animales pudiesen salvarse de la destrucción segura del diluvio:
“Y dijo Dios a Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí; porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré junto con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. Mas estableceré mi convenio contigo, y entrarás en el arca tú, y tus hijos, y tu esposa y las esposas de tus hijos contigo.” (Génesis 6:13-14,18)
Calafatear es lo mismo que cubrir con betún o impermeabilizar así que el texto Judío original de esta Escritura decía “Kippur” en donde ahora dice en español “Calafatear” y así podemos apreciar el bello simbolismo de la Expiación de Cristo que así como Noé, su familia y los animales se salvaron de una destrucción y muerte segura gracias a lo “Kippur” o “calafateado” o “cubierto” de protección que tuvo el Arca es que no perecieron. De igual manera la Expiación de Cristo cubre el alma entera para su protección tanto por dentro (el espíritu siendo curado de todo pecado o aflicción) y por fuera (el cuerpo siendo resucitado).


De igual manera el Señor dejó un rico simbolismo cuando en la última plaga a los Egipcios para liberar al pueblo Judío, pidió que con la sangre de un cordero macho perfecto y sin mancha, se pintara en la parte superior de la puerta de entrada para que el ángel destructor pasara de esa casa con esa señal y no hiriera de muerte al primogénito de la familia. (Éxodo 11:4-10; 12:7,12-13,21-30) y esto claramente simboliza que con la sangre expiatoria del Salvador somos protegidos o sanados del ataque del ángel destructor (el diablo).

Por Fernando Illanes ©

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